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Amor, alegría, paz y comodidad, podías definir así la hermosa relación de Luke y Madeleine, pasos de bailes delicados y perfectos, alegrando tanto a los del servicio. Hasta que acabó el baile y Madi esperaba pedirle la promesa real.

—Luke quería ir contigo a la terraza...

—¡Cambios de pareja! —Erick apareció y Alejo a Madi de Luke.

El pecoso vio a la duquesa que estaba muy cansada, entendiendo que le haría mal otro baile.

—Mejor descasemos.. —la duquesa quedó alegre por la actitud del chico.

Se alejaron para observar el vals, pero se fijaban en la pareja de Erick y Madeleine. No era lo mismo que con Luke, solo bailaban bien por que habían vivido aprendiendo el vals, pero la rubia ignoraba al chico en frente, por que haría que lo harían, su corazón latía solo por Luke Ross.

—Son una gran pareja, un futuro muy bueno tendrán juntos—halago la Duquesa.

La señora no lo supo, pero Luke al escuchar quedó devastado por solo decir eso. Mordió su labio antes de darse vuelta para evitar ver más a la "pareja perfecta", wow, no podía estar cerca de ellos, sus inseguridades salían a flote con ver a Erick, por que podía tirarle odio, pero el era mejor que el mismo.

Llegó al espacio del personal, donde Olivia y Charlie preparaban las bandejas.

—Permiso, permiso. Buscó un relax—el dúo río por Luke.

Volvió a sentir la calidez de la otra vez, hablando con ellos dos y ayudando un poco preparando las bandejas y las jarras.

—¿Quieres comer? —Charlie ofreció unos de los muchos que habían a Luke.

—Prefiero algo como un submarino, es la gloria—los dos vieron al chico confundido—¿No saben que es? —cuestionó casi ofendido—Oh no, deben conocer los submarinos... No la máquina, la comida.

En el Salón Madeleine acababa de terminar el vals con Erick, y fue a Nicolás que comía unos bocadillos. La rubia era de meterse en pleitos con sus padres, pero su hermano entre todo siempre la apoyó y aconsejó, la protegió del dolor tanto emocional como físico, para Nicolás, Madeleine era su hermanita, desde que cuando eran niña tuvo unos problemas con los lácteos, su deber era cuidarla.

—¿Viste a Luke? —su mellizo la miro sin responder, hasta que decidió hablar.

—¿Lo amas?, a Luke—Madi fruncio el ceño por la pregunta—Es que... Sabes como soy con el tema de los muchachos, te buscan por el título y la corona, o solo te ven de objeto, pero ese pueblerino no.

—Por que si se enamoró de mi fue por lo que soy, Nick.

Entre ellos solos usaban los apodos, no les gustaba llamarse por todo el nombre completo, por que para ellos era mucho trabajo, y más por que a ninguno les salia el nombre completo del otro cuando eran niños, así que eran Nick y Madi.

—Espero que mamá y papá lo aprueben, pero mientras... Le haré pruebas cuando venga más seguido.

Que Nicolás Cameron Edmund de Costaluna Windsor, príncipe de Cordinia aceptara a un chico para su hermana era algo imposible. Bueno, aceptaba que eran pareja, pero no en totalidad.

Mientras los mellizos conversaban de diversos temas y de como Luke era con la chica. Los Reyes tenían ideado el plan perfecto para que ese nueyorkino dejara en paz a su niña, pero por atrás Erick dudaba si pasaría, veía el amor de Madi en Luke, cosa que jamás paso con el.

—Solo debes sumarle lo que quieras y combine—un submarino decoraba la mesa e impactaba a Olivia y Charlie.

—¿Que esta pasando aqui?

Las duras palabras del Rey alertaron a los dos chicos y a Luke que trago saliva, miro a su no-suegro y buscó defender a los dos chicos.

—Les enseñaba comida de mi país.

—Me imagino que será ¿que?, ¿hamburguesas? —Isabel íntimaba con todo su porte y Enrique mucho más.

—No puedo creer que en vez de andar atendiendo, HACIENDO SU TRABAJO—recalcó Enrique las últimas palabras—Andén bromeando, jugando y haciendo comida chatarra.

—Majestad, es mi culpa—temió por sus nuevos amigos el pecoso que buscaba safar con los chicos.

—Todo siempre es tu culpa—Luke e Isabel se vieron—¿No te cansas de querer aparentar que sos diferente?

—Con todo respeto—con aún su orgullo y fuerza, se hizo fuerte frente a ellos—Fue un error mío lo que pasó, quería mostrar algo distinto a lo que ven acá, no me hago diferente. Vivo en otro país que no es el suyo.

—Pero aún así, no pueden actuar de manera sumisa, DEBEN HACER SU TRABAJÓ—Enrique asustó a Olivia y Charlie—Pero si no lo pueden hacer... Están despedidos.

El silencio fue el rey del lugar, la culpa Carcomio a Luke y el color a los dos recién despedidos. Detrás de los Reyes Víctor y Roxy quedaban impactados.

—Esta cerca de fin de año, Majestad—murmuro Roxy.

—¿Y?, no puedo tener sirvientes así.

—Pero en serio, no los despida, no fue su culpa. Todo lo que pasó fue por mi, detuve su trabajo por el submarino—Luke negó varias veces.

—Y por tu culpa el personal se desmorona—Isabel bufo—Madeleine cambio por su mundo, y Nicolás lentamente deja de andar siendo un Rey Correcto. ¿Que no lo ves?, Acá, estas en el personal y no con la nobleza... Por que aunque seas un hijo de millonarios, sos un mantenido, en tu cabeza no hay un título, no sabes modales y haces pasará vergüenza a Madeleine.

Eran crueles las palabras de Isabel, las palabras que una subconsciente siempre le dijo sobre su fortuna, por que eso era... Un idiota con dinero pero por sus padres, ¿no?

—Es una vergüenza saber que nuestra hija quiera tener una vida contigo. Dime, Luke, ¿que puedes darle?, no sabes de la realeza y tu riqueza no servirá, vivirás y vivirás de Madi, te quieres aprovechar de ella.

—No... No es cierto—Luke tenía sus ojos a punto de lagrimear pero no quería llorar ahí.

—No se diga más, mañana no los quiero aquí.

Cuando los Reyes se fueron Luke quiso pedir perdón pero fue ignorado por dos cabizbajos Olivia y Charlie. El corazón de Luke dejaba de estar tan bien como en un inicio del baile

ROYAL CHRISTMAS | luke ross ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora