Traveling To The World Of Anime With The Dark Souls System

031

No los vio al principio, pero cuanto más pasaba su tiempo en este mundo, más sentía su presencia. Pero no puede verlos hasta que compró un anillo en el sistema, que definitivamente no es de Dark Souls. Se llama, El anillo de lo invisible.

Con este anillo, pudo verlos, escucharlos, tocarlos y sentirlos.

Muchos de ellos dijeron que lo reconocen, o en otras palabras, su presencia para ellos. Dijeron que desde la época primordial, dos seres con el aura exacta como él aparecieron aquí. Eran fuertes. Con una mano, podrían mover montañas, dividir los océanos embravecidos y destruir paisajes enteros en solo unos momentos.

Sin lugar a dudas, pensó, se trataba de sus predecesores. El primero y segundo. Así es como empezó a llamarlos. Y él es el tercero.

Por supuesto, esto no le sorprendió. La Voz incorpórea le habló de ellos. Ellos eran los portadores del Sistema Dark Souls antes que él. Pero no sabe por qué, de alguna manera, el Sistema Dark Souls se separó de ellos. Ahora, viven sus vidas en inmortalidad. Dos humanos eternos, vagando solos por el multiverso.

Los Ancianos Yokais nunca se mostraron frente a él debido a lo poderosos que son y podrían molestar a la gente de la aldea, pero en cambio, solo están enviando a los Inferiores para comunicarse con él.

Con su ayuda, pudo encontrar el sello. El sello del dios antiguo, Chaortos. No fue difícil de encontrar, para ellos, ya que ya sabían dónde estaba debido a la energía oscura y furiosa que liberaba de vez en cuando. Solo un Yokai puede sentirlo porque los humanos nunca debieron ser sensibles a la energía de un Dios.

Había encontrado el sello, pero lo único que le preocupa es lo débil que es. Ese Dios Antiguo es obviamente más poderoso que él y luchar contra ella en su estado actual puede llevarlo a morir permanentemente. Y él no quiere eso.

Oh cierto, a pesar de que la Voz Sin Cuerpo le dijo que "Han salido de sus respectivos sellos", lo decía en serio como en el futuro. Han salido de sus sellos pero eso es en el futuro. Esto puede resultar un poco confuso, así que déjame explicarte.

Cada vez que va a un mundo, siempre le enviará 100 años en el pasado antes de que el Dios Antiguo pudiera romper sus sellos. Pero en este tiempo, a pesar de que no han salido, sus sellos todavía están increíblemente debilitados. Se supone que los sellos los sellan durante miles de millones de años cada vez, y la única forma de arreglar el sello es dejarlos salir antes de sellarlos nuevamente. Hikaru no sabe cómo funciona, pero fue lo que dijo.

Pero no saldrán y entrarán dentro de sus sellos sin luchar, ¿verdad?

Por eso necesitaba hacerse más fuerte pero aún le queda mucho tiempo, seguramente otros tres años serán suficientes.

Pero para terminar este ciclo de sellarlos, necesita matarlos. Y la única forma de hacerlo es tomar o destruir sus Almas Divinas. Mientras tengan sus Almas Divinas, son Inmortales. Incluso si destruye sus cuerpos físicos, sus Dioses Almas seguirán vivas y vagarán por los mundos infinitos antes de reencarnarse en un cuerpo. Y eso será realmente difícil, considerando que hay infinitos universos ahí fuera.

Es por eso que los otros dos antes que él nunca han corrido ese riesgo.

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Después de luchar contra cinco Darkwraiths al mismo tiempo, Hikaru decidió regresar al mundo real. Eran más fáciles que los Caballeros Negros, pero su fuerza no puede subestimarse. Casi pierde un brazo con ellos.

Mientras se despertaba, de repente sintió que alguien lo besaba mientras le atacaba el interior de la boca con la lengua.

Cuando abrió los ojos, una imagen borrosa de Azumi se reveló lentamente frente a sus ojos. Sus hermosos ojos azul cielo normales estaban huecos, solo se puede ver la obsesión pura. Su cabeza continuó moviéndose mientras destrozaba su boca con la de ella. Sintió sus manos frotar su cuerpo de arriba abajo. Lentamente, frotó su parte inferior con la de ella. Y, por alguna razón, estaba desnuda.

Estaba demasiado ocupada violándolo como para darse cuenta de que su objeto de obsesión ya estaba despierto.

Hikaru sabía que tenía que detener esto pero, para él, se sentía tan bien.

Reunió su coraje antes de tomar sus brazos y preguntarle con calma: "¿Qué estás haciendo, Azumi?"

Ella se congeló al escuchar su voz.