El cadáver de la novia

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-¡Jerom, ven acá pequeña plaga! ¡Te voy a matar cuando te atrapé! -exclama furico el mayor de los dos-

-¡Aunque quisieras no podrías! -grita desde su escondite-

-¡¿Por que?! ¿Por qué papá me mataría también a mi? ¡Eso ya no me importa! ¡Rompiste mi piano nuevo! ¡Veamos a quien castiga primero cuando se entere! -voltea a todos lados en busca del infante-

-¡¿Castigar?! ¡No se si no lo hayas notado pero ya me quitó la televisión, los vídeo juegos y con lo de coronavirus ninguno puede salir, así que no, no me refería a eso, genio! -responde sarcásticamente el pequeño-

-¡¿Tu me llamas genio?! ¡Dime quién está a punto de repetir el año solo por qué no ha aprendido a sumar! -contraataca de nuevo-

-¡Callate, si no paso tú me tendrás que enseñar, será peor para ti! -responde de nuevo con burla-

-¡Ahhhhh, enserio te voy a matar cuando te atrapé! -agita algunos arbustos esperando que se encuentre entre ellos-

-¡No puedes, me quieres mucho como para hacerlo! -trata de moverse de lugar de manera sigilosa-

-¡Te mataré con amor, no te preocupes! -menciona antes de atrapar al pequeño azabache de ojos verdes- ¡te atrapé! Ahora verás, voy a donar todo tu queso a la caridad

-No te atreverías... -entrecerró sus ojos siendo aún sostenido en el aire por el más alto-

-¿Quieres ver qué si? -le cuestiona con una burlona sonrisa la cual se le borro en el momento en el que fue pateado en el estómago por el menor, cosa que lo obligó a soltarlo, cayendo ambos al suelo, uno adolorido y otro no tanto, pues se puso de pie de inmediato para comenzar a correr de nuevo, adentrándose más en aquel espeso y frío bosque-

-¡Plagg, ven acá! -grita adolorido mientras se levanta lentamente- ¡hey! ¡Es peligroso que entres ahí solo, ven aquí!

-¡Es más peligroso estar contigo! -le grita desde aquel lugar cosa que hizo suspirar al rubio con pesar. Tal vez había sido un poco duro con él, pero desde la mañana había estado insoportable, ambos se encontraban en la casa de descanso de sus padres pues gracias a la pandemia habían decidido vivir por un tiempo ahí alejados de todo, pero el pequeño al parecer no estaba del todo contento con eso, pues había tenido que dejar a todos sus amigos y comodidades atrás, y si a eso también le sumamos lo hiperactivo que era, resultaría todo un desastre al final pues el niño se la pasaba quejándose sobre lo aburrido que era quedarse ahí sin poder hacer nada más que estudiar. Ya que sus clases eran en línea, el mayor de ambos no podía jugar más a menudo con él aunque quisiera dado que las tareas y trabajos lo consumían, tal vez por eso era que desde la mañana se la había pasado llamando su atención de diversas maneras, primero pidiéndole amablemente que salieran a dar un paseo al cual se tuvo que negar pues tenía clases, al terminar éstas el niño está vez le había pedido de nuevo salir a jugar, pero se negó otra vez ya que tenía clase de idiomas, ya un poco más molesto este casi le suplicaba que salieran al menos a tomar el aire mientras lo golpeaba en las piernas con cojines e incluso se tiró al suelo "llorando" para que al menos le pusiera un poco de atención, pero gracias a que tenía exámenes que corregir lo volvió a ignorar, hasta que después de varios berrinches, amenazas, chantajes y más, el pequeño niño molesto por su falta de atención le arrancó varias teclas al piano para enseguida salir corriendo, pues ver al chico furioso no era nada bueno

El rubio está vez ya un tanto preocupado y arrepentido por haberle hablado y tratado así, se sentó en un viejo tronco en medio de aquel espeso bosque y tras otro pesado suspiro agitó sus cabellos con desesperación buscando una última vez a su pequeño hermano sin poder encontrarlo