Final

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¿Cómo alguien puede pasar de ser un príncipe azul a uno oscuro, terrorífico?

-Min...Gi -titubeó-, y apretó la carpeta en sus manos, intentó cerrar la puerta rápidamente, pero él no se lo permitió.

-Aléjate, llamaré a la vigilancia.

MinGi sonrió ladino, su fría mirada estaba clavada en él.

-¿Vigilancia? -enarcó una ceja- me das risa, ni te molestes porque ya se encargaron de ellos -aquellas palabras le dejaron paralizado, su corazón latía muy rápido por el miedo, el cuál creció aún más cuando lo vió apuntalarle con aquella pistola -harás lo que te ordene -miró a su alrededor- ¿hay muchos sirvientes domésticos? -preguntó.

-Varios... -contestó no queriendo ni imaginar lo que pretendía.

-Ahora mismo les dirás que se larguen, que les regalas el día libre -ordenó para acto seguido quitarle el celular que estaba sobre el sofá.

HongJoong con terror hizo lo que le pidió, además tuvo que amarrar a su perro ya que el animal no paraba de ladrar.

-Sé que tu querido esposo tardará en regresar, por eso quiero que lo llames y le digas que vuelva, necesito charlar con él -sonrió retorcidamente.

-¿Qué quieres?, ¿por qué haces esto? -cada palabra era pronunciada con angustia, aunque trataba de aparentar tranquilidad.

-A ti -dijo sin más- y para eso debo ordenar cada pieza, sé que aún me quieres, solo que crees que soy el mismo muerto de hambre de antes. Pero no, ahora todo es muy diferente, puedo darte una vida de lujos y comodidades...

-Cómo se nota que no me conoces, nunca me importó si tenías o no dinero. No te amo, por favor cuando lo vas a entender -sonaba entre enojado y triste al mismo tiempo.

MinGi se acercó y le tomó bruscamente de la mandíbula haciéndole soltar un quejido de dolor.

-¡Cállate!, ¡no quiero escucharte decir eso! -se acercó, y le rodeó para rocear su rostro con una extraña loción, HongJoong intentó liberarse, pero él le apunto con la pistola directo a la cabeza- no me hagas lastimarte, ahora toma, haz lo que te dije -le lanzó el celular, y él tuvo que obedecer.

-SeongHwa... vendra dentro de poco -dijo con los ojos cristalizados, estaba a punto de estallar en llanto.

-No llores, no quiero que lo hagas por ese maldito...

Eso fue lo último que escuchó, ya después todo se volvió obscuro...

(...)

Al despertar se encontraba amarrado de manos y pies, estaba muy mareado.

-Ohhh me sorprendes, has despertado muy rápido, normalmente el efecto dura más de media hora.

-¿Dónde... está SeongHwa? -su cabeza dolía y sus parpados los sentía pesados, tenía mucho sueño y casi no podía moverse.

-No ha llegado.

Se levantó de aquel sofá y se acercó, colocándose de cunclillas frente a él, ladeaba su cabeza mirandolo detalladamente.

-No has cambiado nada, estás igual a cuando te conocí -acarició su rostro y se acercó para dejar un brusco beso en sus labios, HongJoong quería alejarlo, le causaba repulsión -tranquilo, no te obligaré a nada, yo sé que terminarás cediendo. Desde que te conocí me enamoré de ti, que error de mi parte, ¿no crees?

El castaño no respondió nada, le costaba mucho mantenerse conciente.

-Recuerdo que estabas junto a YeoSang en aquella cafetería, te veías tan bello e inocente, desde ese día intenté acercarme a ti, no fue difícil, siempre estabas tan solo, hasta que lo logré, cuando me dijiste que acepatabas ser mi novio fui tan feliz, pero luego... ese maldito me alejó de ti, él y SeongHwa te arrancaron de mi lado. Por eso... -sonrió- lo maté, ahora solo falta tu querido esposo.

𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒏𝒐𝒕 𝒂𝒍𝒐𝒏𝒆. 𝑰 𝑷𝒓𝒐𝒎𝒊𝒔𝒆 {S͟e͟o͟n͟g͟J͟o͟o͟ng͟} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora