3

1.5K 136 65
                                    

—Por supuesto doctora. Será un placer acompañarla a su casa.

La guia hacia la salida del elegante restaurante, manteniendo su porte serio y elegante mientras caminaban juntos.

Mientras caminaban hacia el auto, Daniel no podía evitar sentir una extraña emoción. A pesar de sus diferencias con Beatriz, había algo en su personalidad y carácter que le resultaba intrigante. Para su mala suerte, Armando todavía estaba afuera.

—Mm. ¿Qué tal estaba la comida?. ¿Le gustó?

—¿Usted qué hace aquí?.

(Daniel mira a Armando con una expresión de desdén, mientras ajustaba su corbata con elegancia)
—Armando, realmente no es asunto tuyo por qué estoy aquí con Beatriz. Pero para tu información, estabamos teniendo una conversación privada. Por cierto no esperaba tener el placer de verte aquí (Dice con tono sarcástico). ¿Mi hermana no viene contigo?

—Lo siento, Daniel, pero no puedo dejar que Betty esté a solas contigo. No confío en tus intenciones. Y no, Marcela no viene conmigo.

(Betty interviene, tratando de calmar la situación)
—Don Armando, no se preocupe. Puedo cuidar de mí misma. Era una cena de negocios, además yo no tengo por qué darle explicaciones a usted.

—Mejor dígame ¿A usted que le está pasando, ah?. ¿Cómo le acepta una comida a ese tipo?

—Ya le dije que era una cena de negocios, él necesitaba que lo ayudara con algo.

—Si. ¿Y por qué tiene que ser en un restaurante?. ¿Por qué no podía ser en la oficina?

—Porque mis asuntos los hablo en restaurantes y en la oficina ¿Cómo te parece Armando?

—Beatriz, ese tipo anda detrás de usted, porque él sabe perfectamente que tiene la empresa en sus manos, que lo tiene en sus manos y va a hacer hasta lo imposible por ponerla de su lado. Yo conozco muy bien esas estrategias Beatriz, muy bien, la elegancia, la distinción, las invitaciones a restaurantes elegantes, la está seduciendo, vea Beatriz, usted no se ha dado cuenta de una cosa, que antes que usted fuera presidenta de Ecomoda, que llegara transformada, tan linda, él jamás la hubiera invitado a salir.

—¿Usted me quiere decir que él va a intentar seducirme, para conservar su empresa?.

—Pero claro Beatriz.

—Gracias por la advertencia doctor, si usted no me lo hubiera dicho, seguro que hubiera caído con él, como yo soy tan fácil con esa clase de ejecutivos.

—No, no, yo no estoy diciendo que usted sea fácil Beatriz.

—No lo está diciendo usted, lo estoy diciendo yo.

—Lo único que no me explico, es como usted le puede aceptar una invitación a una persona que fue capaz de agredirla de esa manera. ¿O es qué no se acuerda?. Porque yo si me acuerdo, porque yo estuve ahí para defenderla.

—Si es cierto que él me agredió muchas veces, pero fue una agresión frontal, por lo menos con el doctor Valencia sé a que atenerme, él juega de frente. ¿Qué le dio tanta angustia doctor?. ¿Que por haber hablado con su peor enemigo, hubiera podido afectar sus intereses?. Oh. ¿O que estuviéramos planeando una estrategia contra usted?.

(Daniel mira a Armando con una sonrisa arrogante en su rostro)
—Armando, siempre tienes una imaginación tan activa. Pero déjame aclararte algo, yo no necesito jugar juegos de seducción para obtener lo que quiero. Soy un hombre de negocios exitoso y sé cómo lograr mis objetivos sin recurrir a tácticas tan básicas.

(Armando, incredulo, frunce el ceño y se cruza de brazos)
—No me convences, Daniel. Te conozco demasiado bien y sé que no te detendrías ante nada para hacer daño.

LOVE TO HATE MEWhere stories live. Discover now