Tras el desafortunado asesinato de su madre acabó con la felicidad de Igor. Detestado por su padre, el rey, e incapaz de defenderse así mismo, el príncipe deforme se vio envuelto en graves problemas cuando, debilitado y enfermo, descubre que su tío se ha salido con la suya. Objeto de burlas por los habitantes del malgastado y cansado pueblo, Igor no puede hacer más que dar media vuelta, estallar en ira y desear desde lo más profundo de su ser que la muerte apareciera y se lo llevara de una vez por todas. Desafortunadamente, sabe que irán tras él. Tras el anillo que lo hace lo que es, el heredero de Archar. O lo que queda de él.
Réquiem es una historia corta que puedes leer sin problema en menos de una hora, son apenas 11 capítulos y todos muy cortitos, eso sí, seguro te mantendrá enganchado deseando saber qué pasará en los siguientes capítulos.
Como bien podemos ver en la sinopsis, nuestro protagonista se llama Igor y es el heredero al trono del reino Archar, lamentablemente, sufre de una condición que va acabando con su salud, además de que eso lo hace ser deforme y no tener fuerzas ni para defenderse.
A raíz de dicha condición, la gente del pueblo se burla de él y no siente temor ni respeto, a pesar de que es el heredero al trono ahora que su padre, el rey, ha fallecido. En el transcurso de los capítulos vemos ciertas situaciones en las que es humillado de una forma bastante cruel e incluso atacado por la gente.
Lo único que desea Igor es proteger el anillo que tiene en su poder y que lo hace el legítimo heredero al trono, esperando vengar la muerte de sus padres, sobre todo la de su madre que siempre lo quiso y cuidó, contrario al sentir de su padre, que solo sentía un desprecio enorme hacia Igor por su enfermedad.
Aunque los últimos capítulos pueden llegar a ser algo crudos por las escenas que tiene, me gustó bastante porque de cierto modo te deja a la imaginación lo que sucedió en aquel bosque con Igor, pero no te preocupes, no te haré spoiler. Si quieres saber a qué me refiero, te invito a que leas Réquiem.
Esta historia tiene una muy buena ortografía además de una excelente forma de narrar, te atrapa de una manera que te hace sentir que estás ahí viviendo cada una de las escenas y, sobre todo, sientes el dolor de Igor y entiendes por qué desea venganza.
