Hay veces en las que intento huir del pasado, creer que puedo comenzar otra vez, ser otra persona, hacer las cosas bien y todo a lo que un joven aspiraría, pero sé que, en el fondo, no es posible.
Porque soy un criminal, un maldito homicida. He matado a mi propio hermano. Y nunca me sacaré ese peso de mis espaldas, ni la sangre que mancha mis manos.
El argumento es la crónica de una muerte anunciada. Sabes que el protagonista va a matar a su hermano y, podrías pensar que con eso te está destripando la historia, pero esta novela yo la considero más de narrativa/ficción general que de misterio en sí.
Ángeles juega con tus expectativas para ponernos en la problemática de Bórquez con un pasado traumático y cuyo presente dista de ser el mejor. Su narrativa me recuerda a la escuela de escritores sudamericanos con un estilo intimista —no sé si llamarlo realismo mágico, pero se acerca mucho— que no sólo relatan los sucesos, sino que disfruta en entrar en los detalles más propios del protagonista, haciéndolo sentir muy cercano al lector, en un contexto muy verosímil.
En el apartado más técnico, su gramática y ortografía es muy buena —no recuerdo haber encontrado una falta de ortografía que me asuste— y la construcción de frases y composición del texto es consiste.
Sus capítulos son cortos y puedes leerte la historia completa en un rato, porque te invita a hacer una maratón de lectura.
La única contra que le veo: no está terminada y me he quedado con las ganas de saber qué va a pasar a continuación. Espero que Ángeles responda a mis plegarias y la finalice.
Mi valoración: Totalmente recomendada para amantes de la ficción intimista y con un leve toque de misterio.
