Liz Azconia, usuario de Wattpad desde el 2015, es una autora de novelas de diversos géneros, siendo el misterio y el romance las mezclas perfectas para ella y que —casi— nunca faltan en sus historias. Entre las cosas que disfruta más, aparte de escribir, están el leer a Neil Gaiman y Gillian Flynn, que han sido sus mayores influencias a la hora de desarrollar una trama. Trabaja desde casa hace mucho y, por ello, ha logrado autopublicarse en Amazon con varios de sus títulos, aunque recientemente haya optado por una editorial de publicación tradicional, en la que cedió los derechos de su novela de ficción juvenil y suspenso, Nasty. Su meta más próxima es poder dedicarse enteramente a escribir thrillers con tintes románticos y continuar por ese camino hasta reunir la energía necesaria para abandonar el trabajo secular al que se dedica por ahora.
Si tuvieras que definirte como escritora de misterio, ¿cómo lo harías?
Diría que soy comprometida. Aunque por lo regular me gusta planear mis historias, tengo un margen muy rígido sobre lo que quiero planear a consciencia y lo que necesito que fluya a medida que escribo.
¿Cuán difícil (o fácil) es llevar al lector por las vías del misterio en una trama? ¿Por qué?
Es muy muy difícil. Sobre todo, porque las únicas armas que tienes para ayudarte es lo que has venido aprendiendo de tus autores favoritos o las cosas que aprendes de manuales, o tus medios favoritos de aprendizaje. En mi caso, como también soy fanática de los romances turbios o a menudo imposibles, mezclarlos en una trama de misterio se vuelve una empresa que, si exageras con los detalles, arruinas una u otra parte. También quiero que mis novelas sean realistas y para eso, normalmente, tengo que tomarme mi tiempo, o lo echo a perder y el lector termina no entendiendo nada.
¿Tenés alguna técnica o elementos recurrentes a la hora de crear una atmósfera de suspenso?
Bueno, casi siempre recurro a los artilugios más básicos del género o, en general, de la narrativa para intentar causar impacto sin arriesgar la coherencia de una historia. Para esto, aprendí a estar en constante aprendizaje; sigo autores, editores y programas de podcast para apoyarme. Mi elemento favorito y más constante en una trama de misterio es uno conocido como redherring, que en su traducción literal significa «cortina de humo» y sirve para engañar al lector —o espectador— y hacerle creer, a lo largo de la historia, que una camisa era azul —por ejemplo— cuando en realidad era roja.
¿Cuál dirías que es, de tus obras, la historia que más encuadra en este género (o más misterio tiene)?
La historia que más misterio tiene de mis obras diría que es un relato llamado El sueño equivocado; es corto y, sin embargo, está contado desde distintas perspectivas.
¿Qué te inspira?
En cuanto a thrillers, me puede inspirar casi cualquier cosa; desde una canción, hasta la última charla que tuve con mi mejor amiga.
¿Qué es lo que nunca puede faltar en tus historias? Eso que hace que los lectores digan «esto es Lizett».
Nunca falta ese personaje que ves todo el tiempo, pero que acaba de la misma forma. Casi siempre suelo usar un personaje cliché y lo amoldo a mi trama y a mis gustos.
¿Cómo es tu «ritual» de trabajo? ¿Seguís alguna serie de pasos o simplemente te sentás y escribís?
Mi «ritual» de trabajo depende exactamente de qué tipo de historia voy a escribir. Aunque si he de mencionar una pauta inamovible, es la documentación. De hecho, muchas veces tengo tan solo una idea sin forma, y considero la documentación esa parte en la que mi trama, como la de una tela en un telar antes de hilarse, se va haciendo más grande. En la narrativa se dice que hay varios tipos de autores, entre los que el de brújula y el de mapa son los más populares; pues bien, yo puedo ser ambos. Planifico lo suficiente para escribir a rienda suelta, pero tampoco lo planeo todo. Mi margen.
¿Qué historias del género considerás que todos deberían leer?
Tanto como que sean imprescindibles no lo creo, pero me sirvieron para entender muchas cosas del género. Perdida, de Gillian Flynn; Matar de amor, de Sophie Hannah; La guerra de Hart, de John Katzenbach; y una de mis trilogías favoritas, Berlin Noir, o la serie de Bernie Gunther, de Philip Kerr.
