Mi mejor deseo eres tú.

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A medida que el reloj avanzaba la habitación se sentía más desolada, cubierta por la desesperanza y la tristeza, la soledad y el frío.

Incluso con la calefacción encendida, Feng Xin sintió este frío aterrador sumergirse bajo sus ropas para alojarse en sus huesos.

El joven de 22 años estaba sentado en el suelo, apoyando su espalda en el sofá mientras observaba fijamente la ventana. Un suspiro se escapó de sus labios antes de pasar las manos por su cara en un intento de regresarse a sí mismo a la realidad.

A la realidad en la cual su novia le había dejado de la peor forma y, en un tonto momento de tristeza, decidió no partir con sus amigos al viaje que estos hacían cada año para año nuevo.

Ahora Feng Xin se encontraba solo y triste un 31 de diciembre, revolcándose en sus arrepentimientos con alguna película navideña de fondo.

Decidido a distraerse aunque fuese momentáneamente, Feng Xin tomó su teléfono y se dirigió a una de sus aplicaciones para perder el tiempo. Mientras revisaba descuidadamente las actualizaciones una pequeña ventanilla de color ocre se abrió ante sus ojos.

[Tres pasos para conseguir la compañía ideal en estas festividades]

Feng Xin sabía que esta clase de publicidad era un timo, con títulos amarillistas y posibles virus, eran todo menos confiables. Sin embargo, clickeo.

La página que se abrió tenía una pequeña lista de pasos a seguir, bastante tontos y simples según Feng Xin. Con la excusa de no tener nada mejor que hacer, se levantó de su lugar en el suelo y procedió a buscar los materiales requeridos por el sitio web.

Al terminar enviaría este fiasco a su grupo de amigos diciéndoles que lo había intentado sin resultado alguno, porque Feng Xin estaba seguro de que esto era falso.

Feng Xin tomó una vela, tal como indicaba la página, y la utilizó para quemar un pequeño trozo de papel en el cual había escrito tres cosas. La palabra que reflejaba su aflicción: soledad; junto a dos letras que se debían escoger al azar, para Feng Xin estas letras fueron M y Q; y por último, junto a las letras se debía colocar un número, Feng Xin escribió 5.

Cuando las cenizas estuvieron esparcidas por el suelo de su cocina, Feng Xin notó la tontería que estaba haciendo. Ahora también tendría que limpiar.

Se encaminó a buscar la escoba con pies pesados, lleno de cansancio incluso sin haber hecho nada.

Al regresar a la cocina su alma quiso abandonar su cuerpo cuando vislumbró una delicada figura apoyada en su mostrador con los brazos cruzados.

Feng Xin estaba seguro de no haber escuchado el sonido de la puerta abrirse y él vivía solo.

Cuando su cuerpo se puso rígido del susto, incapaz de pronunciar palabras, dejó caer la escoba que llevaba en sus manos.

Entonces el desconocido alzó su cabeza y clavó su mirada en él.

Si era un fantasma, Feng Xin se atrevía a decir que era el más hermoso de todos.

Su rostro era pálido, con rasgos delicados y preciosos, labios finos que se veían extremadamente suaves y una mirada afilada con ojos obsidiana. En el momento en el que sus miradas se encontraron, Feng Xin sintió un escalofrío.

°*✧Fengqing week✧*°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora