Capítulo 12

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Miles.

Cerré la puerta de la patrulla con más fuerza de la necesaria y solté un suspiro frustrado antes de acercarme a la tienda departamental. Los oficiales que estaban al pie de la misma me dieron un asentimiento de cabeza y me permitieron pasar. Mis ojos se desviaron por toda la tienda, observando el desastre: un par de vidrios rotos y, nuevamente, las cámaras de seguridad destrozadas.

Me acerqué al mostrador, donde James y el oficial Smith hablaban con una señora mayor, aproximadamente, de unos 60 años.

—Gracias por su tiempo, señora —dijo el oficial Smith.

—¿Les ha contado todo? —le pregunté a James.

Este asintió.

—¿Y?

—Lo de siempre —suspiró, cansado.

—¿Segura que no vio algo más que nos pueda servir en la investigación? —le pregunté directamente.

La señora se quedó pensativa.

—No sé, no creo que sea importante... —comentó, insegura.

—Todo es importante, cualquier cosa nos servirá y se lo agradeceríamos infinitamente.

—Bueno, quizás hay algo... —me miró—. Ella parecía tener mucha prisa, pero cuando tuvo el dinero en sus manos y me vio llorando... —hundió el entrecejo con aflicción—. Se detuvo, como si estuviera reconsiderando la situación y  luego se fue.

Fruncí el ceño.

Curioso.

—Gracias, eso es de gran ayuda —le sonreí, comprensivo.

—Bueno, señora Wallas, nosotros nos ret...

—Una última pregunta —lo interrumpí—. ¿Sabe si tomó un taxi, si manejaba un carro o alguien pasó por ella?

—No, solo la vi salir.

—Gracias por su tiempo.

Me di la vuelta, saliendo nuevamente hacia la calle. Mi mirada se desvió a las cámaras que estaban en las esquinas del negocio: les había disparado también.

—Aprende de sus errores —comentó James, llegando a mi lado y observando lo mismo que yo.

—Es imposible que ella supiera la información que habíamos descubierto gracias a las cámaras de la calle.

—Quizás es más inteligente y perceptiva de lo que creímos.

Apreté mis puños con fuerza.

Sí, al parecer, lo era.

—¿Dónde está Dan? —cambié el tema.

—Se quedó en la Estación, dijo que tú te harías cargo.

—Y lo hiciste tú.

—Bueno, en realidad, fue el oficial Smith, yo solo... —se pasó la mano por la nuca, apenado.

Sonreí.

—Lo hiciste bien, Brand.

Alzó sus cejas, sorprendido, y sonrió orgulloso.

—¿Eso crees?

Asentí.

—Andando, tengo que agregar el reporte al expediente antes de irme a casa.

Y la verdad es que me moría de sueño. La llamada de denuncia se había hecho justo cuando había terminado mi turno, pero debido a que era mi caso, tenía que asistir a la escena del crimen. Miré la hora en mi reloj: 10:23 p.m.
Me di la vuelta y lo sentí caminar detrás de mí.

Atrápame si puedes (Completa✔️)Where stories live. Discover now