• You're dead •

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Betty Cooper, la reina de los Diablos, tenía una navaja en su mano derecha y la pasaba muy cerca del cuello de su rival, Jughead Jones, el rey de las serpientes.

El no se movía y en sus ojos se veía clara la diversión pero frente a todos los diablos simulaba miedo y nervios.

- ¡Jake, Josh, llévenlo a la celda! -ordena de forma seria la rubia para soltarlo.

Jughead se alejó, los dos nombrados lo tomaron y se lo llevaron de ahí.

Tras la rubia llegó su novio y la abrazó por la cintura, el era Malachai.

- Eres tan caliente. -le dijo el al oído.

Betty hizo una mueca de asco que rápidamente disimuló. - Ya lo se.. -ella respondió juguetona y luego se alejó. - Debo irme. -dejó un beso en la mejilla del chico y salió de ahí.

Dio la vuelta al lugar y luego de asegurarse que no había nadie tomó las llaves que estaban en su bolsillo, eran las llaves de la celda. Al abrir, vió al pelinegro en la pequeña cama con un incómodo colchón.

Caminó hasta él e hizo una mueca levantando su mano, con la que tocó su cuello y vió una pequeña cortada.

- Lo siento. -ella se disculpó viendo la cortada y tomó de un estante alcohol y algodón.

- No pasa nada, Betts. Se que no fue tu intención. -el le quitó importancia viendo como ella mojaba el algodón en el alcohol y luego lo pasó por su cuello.

Hizo una mueca por el ardor pero esta se va rapidamente.

- ¿Te parece... buena idea pasar la noche aqui? -ella preguntó preocupada levantándose para dejar el alcohol donde estaba y tirar al algodón. - Podrían hacerte cualquier cosa...

El se acercó con una sonrisa ladina hasta a ella. - ¿Estás preocupada? -pasó su mano por su hombro y luego por su cuello. Ella subió su vista hasta sus ojos por la diferencia de altura.

- Si, claro, Jug. -asintió preocupada mientras el tomaba sus hombros.

- Te gustaba que fuera audaz. -el murmuró antes de tomarla por el cuello y unir sus labios en un apasionado beso.

Caminaron entre besos hasta una mesa que había y Jughead se recostó de esta aun besando a la rubia. Ella llevó sus manos a las mejillas del pelinegro y los dos abrieron sus bocas uniendo sus lenguas en el beso.

Ella se separó terminando el beso con la respiración agitada. - Debo... irme. Se darán cuenta de que estoy aquí. -ella habló sin lograr normalizar su respiración.

- No me pasará nada, ¿bien? -preguntó y la rubia asintió. - Te amo.

- Y yo a ti. -ella respondió antes de besarlo por última vez para caminar hasta la puerta. - Mañana vengo por ti, recuerda el plan. -fue lo último que dijo antes de salir de ahí.

Al día siguiente, luego de trabajar en la tarde, Betty fue hasta el refugio de los Diablos.

No entró, pero fue en total silencio hasta la parte trasera, la celda donde estaba Jughead. Tomó las llaves y abrió para entrar.

Al entrar, no ve a nadie en el interior y su corazón se acelera rápidamente al pensar lo peor.

- ¿Jug? -murmuró asustada.

Tras ella, dos brazos la tomaron sin permitirle moverse a lo que ella pataleó pero no logró deshacerse del fuerte agarre.

Continuó intentando zafarse hasta que Malachai llegó frente a ella.

Once upon a time || One shots Bughead y Sprousehart || • +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora