19.

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— "¿estás seguro que soy el más capaz para hacer esto?"— pregunta una vez más su maestro mientras observa el baúl que había en esa habitación, nunca creyó que iba a conocer algo más allá de la cocina y sala del más pequeño. vuelve a buscar algo que le llamará la atención y suspira girando su cabeza para mirarlo. — "¿de dónde conseguiste toda esta ropa?"

louis le había propuesto pintarlo y él, tras no poder negarse a la carita que puso segundos después, aceptó. ahora se encontraba buscando en un viejo baúl algo de ropa que fuera de su talla o gusto.
ese castaño se había salido con la suya.

— "algunas son prendas que heredé de mis abuelos, otras son regaladas e incluso hay cosas que he comprado y pensaba usar para cuando tuviera a la musa perfecta."— le regala un sonrisa mientras carga el caballete y acomoda el lienzo en su lugar. — "y si, eres perfecto para lo que estoy apunto de hacer".

el rizado asiente y se da la vuelta volviendo a rebuscar antes de que el contrario pudiera notar el ligero sonrojo al haber escuchado la palabra perfecto. — "¿qué es lo que exactamente vas a pintar?"

— "la categoría es renacentista. y tengo algunas ideas en la cabeza".

harry no dice nada más y levanta algunas prendas. —"¿qué te parece esto?"

— "se ven bien, puedes cambiarte mientras busco algo en mi habitación."

h asiente y tras escuchar la puerta ser cerrada, rápidamente quita su saco y su simple camiseta para sustituirla por la blanca que había encontrado, sonríe.

no le quedaba tan mal como creyó. da una rápida mirada al lugar y frunce su ceño observando el único cuadro colgado en esas cuatro paredes, se acerca curioso y lo mira con detenimiento. era un hombre, poseía una sonrisa tan radiante como el sol y unos ojos azules como el mar. estaba seguro que había visto esos ojos en algún lado.
su pose era una de relajación total, mientras que sus manos resguardaban otra más pequeña.

pero nada más. no había indicios acerca de quien era ese hombre y quien era el propietario de esa mano.

carraspean detrás de su espalda y se gira completamente asustado.— "lo–lo lamento."

— "no te preocupes."— louis le da una sonrisa y le enseña la caja en sus manos.— "mira, aquí tengo muchos accesorios, desde anillos hasta aretes. ponte los que más te gusten."

asiente y la abre. nunca creyó que aquel hombresito tuviera tantas cosas interesantes. ahora me gusta más, piensa sonriendo.

— "esa camisa te queda perfecta, la manga es muy elegante."— pone una silla delante del caballete y lo señala.— "cuando estés listo puedes sentarte."

y al final el rizado se había decidido en unos anillos que poseían h s y 2 6.
se sienta en la sillita y mira al castaño.— "¿ahora qué hago?"

era simple. su boca entreabierta y su brazo flexionado como si estuviera a punto de comer un racimo de uvas, en este caso cerezas. los anillos estaban a la vista y era perfecto, justo como louis había imaginado.

— "uhm... ¿louis?"

— "¿si?"

— "¿quién es el del cuadro?"
y quizás estaba metiéndose donde no debía pero enserio quería saber.

— "mi padre".— le da una rápida mirada al cuadro y sonríe.— "hice esa pintura un mes antes de su muerte".

y algo en el corazón del rizado se achicó.— "lo siento, no debí..."

— "no te preocupes, harry. fue hace algunos años."— interrumpe su disculpa moviendo su mano libre con desdén.— "ya estoy mejor, me tomó dos años asimilar su pérdida pero gracias a mi mamá y a mis amigos pude salir adelante."— en ningún momento dejó de pintar y harry sabía cuan fuerte era aquel pequeño ser.
ni el mismo louis sabía porqué le estaba contando su vida. — "y ahora profesor, cállate y abre esa boca porque necesita concentrarme."

maestro de cocina. →ls.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora