One-shot N°3

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Había escogido uno de sus mejores trajes, cepilló su rubia cabellera lo más rápido posible. Y un suave perfume que le otorgó su dulce aroma. Y el sol se metía conforme se preparaba.

La ceremonia de baile de la familia real y los nobles era hoy.
De todas formas, el heredero al trono de Arendelle no podría participar. Aunque le agradaba esos bailes, odiaba  la parte cuando las doncellas se le acercaban, como ya le sucedía a su hermano Andy de catorce años.

Elián no se había arreglado para nadie, y eso era lo que más lo emocionaba de todas las horas que pasaba encerrado en su habitación. Lo mejor que podría hacerlo sentir bien era su frase: "Todo baile, se da en luna llena".

Pensar en eso, lo animó a correr hacia su ventana. Pues la capa hielo de su habitación ya no era tan fuerte, y eso se debía al intenso fulgor de su corazón de felicidad. Logró ver a la luna brillando, mucho más arriba que las velas de los barcos reposando, donde todos pudiesen verla, guiando viajeros con su luz, e iluminando cuartos como de él. Era perfecta y hermosa.

-Cada luna llena, siempre espero a que algún día vengas -Le susurró al viento suavemente.

Y es que, su padre le prometió que en el momento en que la luna se vea entera, un guardián vendrá a ayudarlo, enviado por esta misma. Pues era una profecía que el líder de los trolls le predijo hace años con siluetas azules de un guardián misterioso enseñándole a usar magia. Pero ya con diecisiete años, el joven seguía esperando... y esperando.

Luego, se adentró en su cuarto, dejando la ventana abierta.

"¿Y si nunca llegará?"

Elián omitió su voz interior. Había esperado casi toda su vida la oportunidad de aprender a controlar su magia, para vivir una vida normal con su hermano Andy. A pesar de que vivían en el mismo castillo, lo extrañaba.

Es todo, si Jack tardaría, él mismo irá a buscarlo. Abrió su baúl donde guardaba su bolso de viaje. Se cansó de ser la princesa que espera a que la rescaten.

Por la puerta oculta al final del castillo, salió de forma silenciosa sin que los guardias lo descubrieran. Elián bajó los escalones, teniendo cuidado del musgo de las rocas.

-Volveré, pronto -Mencionó antes de caminar sobre el agua creando hielo bajo sus botas con tranquilidad, mientras cada vez se oía menos la música del vals de la ceremonia, al menos eso los mantendrá ocupados por varias horas. Era lo que Elián necesitaba.

Al fin pisó la tierra, ahora el terreno era el bosque, que ni un sendero lo podía guiar, y parecía que el bosque mismo lo devoraría con su oscuridad. Su plan de salir a buscar al guardián podría ser inútil, pero Elián continuaba segado por su motivación.

Entonces tuvo una idea: Guardó sus guantes de prevención de congelar humanos en su bolso de viaje, y con las palmas libres; la escarcha empezó a brotar del suelo. Elián siguió moviendo las muñecas con delicadeza para crear hielo, sin olvidarse ningún detalle de su próxima creación. Concluyendo con un deslizamiento de brazo para darle vida.

Su nueva especie similar a un felino rugió de espaldas a su creador.
Era magnífica, y él solo había aprendido a crear semejante ser sin ayuda. Aunque su rugido casi le rompe un tímpano.

-Tranquila, aquí estoy -se acercó a su lado, acariciando su barbilla-. Vas a despertar a todo el pueblo -le bromeó antes de abrazar de su cuello hecho de hielo.

Prontamente al escuchar el tono de voz del príncipe, la felina emitió un particular ronroneo audible, frotando su cabeza con la mejilla del otro con cariño.

-Ahora, tenemos una misión... yo debo encontrarlo -se subió al lomo del animal de hielo-. Tú solo llévame mucho más allá.

Se aferró a su cuello, y su nueva amiga empezó la carrera adentrándose en el bosque lleno de misterios por descubrir, donde su futuro está en juego.

La Misma Luna (Jack Frost x Elsa Male)❄ 𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬✨Where stories live. Discover now