Las 3 noches [Fred Weasley]

Capítulo 13

—¿Que pasa?—pregunté

—Tu has leido sobre los patronus ¿no?—dijo Fred

—Si algo he leido, pero lo basico—respondí—¿por qué?

—Solo mira—Fred apuntó al techo con su varita—¡Expecto patronum!

De su varita salieron los hilos blancos formando un patronus pero ese no era el suyo.

—¿Tu patronus no era una urraca?—le pregunté extrañada

—Tu misma lo has dicho lo era—respondió Fred

—¿Y por qué ahora es un...—dejé de hablar en cuando lo entendí—¿Es enserio?

—Completamente

Me acerqué a él y lo abracé.

—Te quiero Fred—susurré

—Yo también te quiero—respondió besandome la frente

Estuvimos abrazados un rato en medio de la sala común aunque no pasaba nadie.

—Ven, vamonos—le dije

—¿A donde?

—A Hogsmade

Caminamos hasta por varias tiendas disfrutando de la noche cuando llegó Hagrid donde nosotros.

—Hola Hagrid—le saludé

—Hola chicos,—saludó apurado—Weasley tenemos que ir corriendo a la oficina de Dumbledore

—¿Que pasa Hagrid?—preguntó Fred

—Han atacado a tu padre, está en San Murgo—respondió Hagrid

—¡¿Qué?!—grito Fred antes de intentar salir corriendo al castillo

—Fred espera—contesté—¿Hagrid cuál es la contraseña de su despacho?

—Sorbete de limón—respondió Hagrid rápido

—Perfecto—comenté

Agarré del brazo a Fred y aparecimos en frente de la oficina de Dumbledore.

—Gracias Beck—me agradeció Fred

—De nada, yo espero aquí

Fred asintió y después de decir la contraseña entró al despacho subiendo la escalera de caracol.

Me senté en el suelo a esperar a que salieran y media hora más tarde salieron los cuatro Weasley junto a Harry y Kingsley.

—Nos vamos—dijo el último seguido de los pelirrojos.

Harry tenía la mirada perdida y estaba sudando mucho. Me levante y me acerque a él.

—¿Estás bien Harry?

—No... ¿podemos hablar en otra parte?—me pidió él

—Claro vamos

Antes de irnos salió de su despacho el director.

—Señorita Black—me llamó Dumbledore

—Si director—respondí a su llamada

—Tome—me extendió una caja con un candado—quiero que lo abra cuando vuelva al Cuartel, el profesor Lupin se encargará de darte la llave

—Gracias director

Harry y yo nos fuimos a la sala común y nos sentamos en los sillones en frente del fuego.

—Tuve una visión—empezó a hablar Harry—el señor Weasley estaba de guardia en una sala llena de bolas de cristal del Ministerio haciendo guardia. Cuando se giró y Nagili empezó a ataquarle dejandole marcas terribles, se estaba muriendo.

—Harry tu no podías hacer nada

—Lo peor de todo, es que yo estaba viendole mientras se moría desde los ojos de la serpiente

—Has avisado nada más tener la pesadilla y han ido a buscarle. Estará ya a salvo. Vamos a suspender la última clase del ED, no estamos ninguno en condiciones. Ahora vete a intentar dormir.

—Buenas noches Becca.

—Buenas noches

Me acerque a Harry y le besé la mejilla. Me fuí a mi cuarto a dormir, mañana sería el último día y mr tendría que despertar pronto para preparar mi baúl.

A la mañana siguiente después de preparar mis cosas bajé a desayunar junto con Harry y Hermione, se notaba la ausencia de los Weasley en nuestra mesa.

—¿Podeis explicarme que pasó?—preguntó Hermione que no se había enterado de nada todavía

—Aquí hay mucha gente, te lo explicaremos en el camino a casa—sentencié

—Esta bien, cambiando de tema—comenzó a hablar Hermione—¿ireis al Cuartel estás vacaciones?

—Si, no soportaría pasarlas con mis tios y el idiota de mi primo—dijo Harry

—Yo iré algunos días, tengo que pasar también un tiempo con los Marden—respondí

—A mi mis padres me han dejado pero les he tenido que prometer que en ningún momento estaría sola.

Miré mi reloj y dije

—Bueno es hora de regresar, vamonos ya, quiero saber como se encuentra el señor Weasley.

—Si, y también como están nuestros amigos con esta situación—respondió Harry

Nos fuimos directos al tren y al volver a Londres estaban esperandonos los padres de Hermione, los Marden y un perro negro. Me acerque al perro y le acaricié la cabeza.

—Hola papá—saludé al perro

También saludé a la familia con la que me alojaba con un fuerte abrazo y varios besos.

—Solo hemos venido a saludar—comenzó Bruce Marden—ahora te irás con ellos al Cuartel y nos vemos en unos días

—Cuidate mucho cielo—dijo Charlotte Marden

—Igualmente—me despedí

Caminé hacia Sirius en forma perruna y Harry.

—¿Nos vamos?—les pregunté

El perro comenzó a caminar en señal de que le sigaramos. Cuando estabamos en frente de la casa Sirius volvió a su estado natural y abrió la entrada.

Dentro no había el olor de siempre, no olía a la comida apetitosa de la señora Weasley ni a los petardos lanzados por los gemelos.

—¿Donde están todos?—preguntó Harry

—Molly está con los sus hijos en San Murgo, y Remus está de escapadita romantica con Tonks, pero volverá para la cena de Navidad. También han venido Fleur y Bill—respondió mi padre con la mirada perdida—Ahora podeis subir y dejar vuestras cosas en los cuartos. El de Ginny, Becca y Hermione es el de arriba del todo, y el de Harry, Ron, Fred y George es el de la segunda planta a la derecha.

Subimos nuestras cosas a nuestros cuartos respectivos y al sacar algunas cosas para cambiarme vi la caja que me había dado Dumbledore el día anterior.

La examiné e intenté abrirla con varios conjuros pero no pude. La dejé a un lado y bajé a la cocina donde estaba Sirius.

—¿Sabes si hoy vendrán los demás?—le pregunté

—Los chicos volverán junto con Molly para la hora de cenar

—¿Te importa si preparo algo para que cenemos todos?—volví a preguntarle

—¿Seguro?—contestó él y asentí—entonces en absoluto