Las 3 noches [Fred Weasley]

Capítulo 27

Abrí los ojos lentamente y logré ver unas cuantas cabelleras rojas y castañas. Sentí el dolor de mi mejilla y de mi pierna. Todos me miraban preocupados. Le quité importancia a la mirada de mis amigos y me centré en mi pierna. Efectivamente estaba rota. También pasé mi mano por mi mejilla y al ver mis dedos estaban teñidos de rojo.

—¿Puede llevarme alguién a la enfermería?—pregunté a los presentes y ninguno decía nada—En ese caso

Encontré un punto de apoyo y me levante dando un grito de dolor al posar mi pierna. Sentí como unas manos rodearon mis hombros y mis muslos. Me estaban llevando a la enfermería. Miré hacia arriba y era Fred.

—No me mires así—se quejó—sabes que me preocupo por ti y no voy a dejarte ir sola en ese estado

No dije nada. Mire para otro lado y una sonrisa se formó en mi rostro.
Al llegar a la enfermería, la señora Pomfrey se me quedó mirando para después salir apresurada del lugar.
Fred me tumbó en una de las camas y se sentó en un banco que había al lado.

—¿Como te ha pasado eso?—preguntó

—No lo se,—contesté—simplemente fué un mal sueño y de repente tenía estás heridas

Fred me miró como si no pensara que estuviera diciendo la verdad. Antes de que pueda responderme volvió la señora Pomfrey junto con la profesora McGonagall y el director. La profesora se acercó a mí y observó mi mejilla cortada.

—¿Albus esto es...—dijo McGonagall sin terminar la frase ya que el director había asentido. Volvió su mirada a mi

Todos me miraban aterrados. Aunque Fred y yo pareciamos más bien confusos.

—¿Que está pasando director?—pregunté temiendo la respuesta

—Señorita Black—empezó a hablar el director—Lo que tiene usted en la mejilla es veneno de basilisco

En ese momento sentí que mi corazón se paraba y me faltaba el aire. Pomfrey me acercó un cubo y aunque no eché nada tenía nauses.

—Digame señorita Black—volvió ha hablar el viejo director—¿Ha estado usted visitando la Cámara Secreta?

Me incorporé y me puse lo más comoda posible.

—No lo sé—contesté con la mirada pérdida—Ayer me fuí a dormir y soñé que me encontraba al Señor Tenebroso en la Cámara. Me pedía que me uniera a su ejército a lo que me negué, me aseguró que no tenía opciones y me cortó parte de la mejilla con uno de los dientes del basilisco. Dijo que si no me unía a él el veneno me matará.

Fred me miraba atónito. Dumbledore no dijo nada y directamente salió de la enfermería.

—Señor Weasley—lo llamó la profesora McGonagall—le agradecería que se quedara esta noche con la señorita Black

No esperó la respuesta de Fred y se marchó. La enfermera se acercó a mi y  me dió un vaso con una poción.

—¿Que és?—pregunté

—Es una poción para curar tu pierna—se limitó a decir—Mañana te daré otro vaso y te podrás ir. Buenas noches queridos.

Pomfrey se fué de la enfermería dejandonos a Fred y a mi solos.

—Quería disculparme—comenzó a hablar—Me ponía muy nervioso la idea de que de repente huyeras cada vez que nos veias y acabé lastimandote.

—También yo quiero disculparme—comenté—Siento haberos dejado de hablar de un momento para otro, pero cada vez que os acercabais estabais cerca de descubrirnos y me ponía muy nerviosa, así que elegí la peor opción

Nos quedamos callados unos minutos.

—¿Os ha gustado mi regalo?—pregunté

—Nos ha encantado a los dos—dijo Fred—pero hubiera sido mejor que nos lo entregaras tú

—Ya sabes, yo y mi maldito orgullo

Soltamos una carcajada y estuvimos un rato charlando tranquilamente como si no hubiera pasado nada. Se escucha en fuerte ruido.

—¿Que ha sido eso?—pregunté asustada

—No lo sé, pero mantente detrás de mi

Los dos apuntamos hacia la ventana donde provenía el ruido. Apareció una lechuza negra entera con ojos profundos. Se acercó a mí y me dejó una carta en mi regazo.
La lechuza se fué y abrí la carta mientras Fred me miraba curioso.

'Pase lo que pase, veais lo que veais,
manteneros todos juntos y no hagais tonterías'

Esa letra era incomfundible ante mis ojos. Le pasé el pergamino a Fred.

—¿Quién ha escrito esto?—preguntó al no reconocer la letra

—Sirius Black