Capítulo 3 - Cambio de papeles

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En una gran sala repleta de pantallas un hombre se encontraba sentado en su escritorio mientras observaba la pelea de Layla contra los cinco hombres, pero este no sé encontraba a gusto viendo el enfrentamiento, pasaba golpeando la mesa de aluminio repetidamente hasta provocar una enorme abolladura en un extremo

Al ver como constantemente evitaba los golpes que se le avecinaban esquivaba siempre al ultimo segundo, alargando el combate se podía notar como ambos bandos se estaba comenzando a agotar

- ¿para que mierda les pago si no pueden completar una simple misión?

Sin poder contener sus berrinches una persona toco con fuerza la puerta de su sala de conferencias, rendido le presto atención a la puerta de hierro y hablo con desinterés

-pasa y que sea rapido

Logrando ver soldado este entro a la sala sin ver la pantalla, simplemente dirigió su mirada hacia sus manos y leyó unas hojas que traía consigo

-Lo siento jefe, señor tengo malas noticias, parece que el pelotón que enviamos por Layla esta teniendo dificultades para traer la gema..

Cuando el soldado dirigió su mirada al frente pudo notar que su jefe estaba a punto de matarle por haberlo interrumpido con una noticia que ya sabia y que estaba viendo en estos momentos

El soldado asustado comenzó a temblar del miedo y con dificultad volteo a la siguiente hoja del informe

-Parece que la señorita Olivia ha despertado junto a la joven Angelina, aun sé encuentran un poco aturdidas por haber usado sus habilidades, dentro de poco realizaran su informe, cuando se recuperen las traeremos para que lo realicen

El jefe del soldado sonrió vilmente, una vez que esas dos personas realizaran su informe no tendría nada que temer sobre los eventos que sucedieran, con sus dos espíritus con información sobre el asalto su victoria estaba asegurada

-Perfecto, diles que vengan de inmediato, no necesitan descanso en un momento tan importante como este

-Pero señor, si ambas siguen forzándose podrían dañar su gema para se...

Antes de que el hombre terminará de hablar recibió un golpe de parte de su jefe el cual lo tiro al piso, adolorido bajo la cabeza mientras se disculpaba

-Dije tráelas, creo que no es necesario repetirlo dos veces

 El soldado a duras penas se levanto del suelo y salió de la habitación bastante nervioso

Al cabo de unos minutos entraron las dos mujeres, Olivia se paro frente a su maestro mientras hacia una breve reverencia, ella tenia el cabello corto hasta los hombros con un sutil color castaño, ojos negros cómo el vacío, alta con un cuerpo bien definido, pero tenia indicios graves de desnutrición.

En cambio la otra mujer Angelina aún era una joven algo pequeña, a simple vista se podía decir que no podía tener más de catorce años de edad, pero la edad no es algo que apliqué a los espíritus, ella tenia el cabello largo de un color azul oscuro, ojos celestes aunque algo apagados, un vestido negro de encajes el cual cubría la mayoría de su cuerpo, que únicamente dejaba unas medias azules que usaba y los dos guantes blancos que usaba en cada mano hasta su codo.

 Ambas tenían su tez bastante pálida por la mala "alimentación" y sus gemas eran azules con múltiples grietas en ellas, Angelina cordialmente realizo la reverencia hacia el hombre y fue la primera en romper el silencio con su suave voz

-Maestro, después de haber investigado descubrimos que hay un extraño poder en la aldea que merece ser estudiado, este pertenece al dueño de Layla, parece que el hangar era un sello que evitaba que fuera descubierto

Destinos EntrelazadosWhere stories live. Discover now