Cap.XIX

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~the chamber of secrets~
Part. I

Tres días antes del primer examen McGonagall hizo un anuncio a la clase.
—Tengo buenas noticias —dijo, y el Gran Comedor, en lugar de quedar en silencio, estalló en alborozo.
—¡Vuelve Dumbledore! —dijeron varios, entusiasmados.
—¡Han atrapado al heredero de Slytherin! —gritó una chica desde la mesa de Ravenclaw.
—¡Vuelven los partidos de quidditch! —rugió Wood emocionado.
Cuando se calmó el alboroto, dijo la profesora McGonagall:
—La profesora Sprout me ha informado de que las mandrágoras ya están listas para ser cortadas. Esta noche podremos revivir a las personas petrificadas. Creo que no hace falta recordaros que alguno de ellos quizá pueda decirnos quién, o qué, los atacó. Tengo la esperanza de que este horroroso curso acabe con la captura del culpable. –
Ron parecía más feliz que en ningún otro momento de los últimos días.
—¡Siendo así, no tendremos que preguntarle a Myrtle! —dijo a Harry— ¡Hermione tendrá la respuesta cuando la despierten! Aunque se volverá loca
cuando se entere de que sólo quedan tres días para el comienzo de los
exámenes. No ha podido estudiar. Sería más amable por nuestra parte dejarla como está hasta que hubieran terminado.–
En aquel mismo instante, Ginny Weasley se acercó y se sentó junto a Ron.

Parecía tensa y nerviosa, y Harry vio que se retorcía las manos en el regazo.
—¿Qué pasa? —le preguntó Ron, sirviéndose más gachas de avena.
Ginny no dijo nada, pero miró la mesa de Gryffindor de un lado a otro con
una expresión asustada que a Harry le recordaba a alguien, aunque no sabía a quién.
—Suéltalo ya —le dijo Ron, mirándola.
Harry comprendió entonces a quién le recordaba Ginny Se balanceaba
ligeramente hacia atrás y hacia delante en la silla, exactamente igual que lo
hacía Dobby cuando estaba a punto de revelar información prohibida.
—Tengo algo que deciros —masculló Ginny, evitando mirar directamente a
Harry.
—¿Qué es? —preguntó Harry
Parecía como si Ginny no pudiera encontrar las palabras adecuadas. No dejaba de observar un punto en la mesa y cuando Percy Weasley le preguntó si había terminado de comer no dudó en levantarse y salir a gran velocidad del comedor.

Harry, ignorando los reproches que Ron le hacia a su hermano, observó allí donde la mirada de ginny estaba fija. No le pareció extraño el nerviosismo de la menor de los Weasley, no después de chocar con la mirada opaca de Electra.

Tragó secamente, estaba comenzando a formarse un nudo en su garganta.

Electra estaba harta. Se sentía decepcionada, triste y enojada, pero sobretodo traicionada.

-Maldita comadreja- masculló entre dientes.

Draco la observó.

-Veo a la comadreja bastante viva para haberte hecho algo así que... ¿Qué te pasa? - preguntó tranquilamente.

-Esa estúpida... - se quedó con la palabra entre los labios.

"Traidora"

No. Los gemelos también pertenecían a la familia de pelirrojos, no podía hablar con desprecio de ellos, no quería.

Gruñó discutiendo con las voces de su cabeza.

-La niñata esa tiene el diario- Le dijo a su primo.

El decirlo la había hecho más con consciente de ello. Ginny tenía el diario de su padre, de su papá, todos sus secretos de cuando tenía su edad

Su enfado aumentó.

"No, papá no es tan tonto de dejar sus secretos en cualquier sitio" se convenció.

Draco se atragantó con su desayuno.

-¿Tu diario? - preguntó a duras penas ganándose una mirada preocupada de Parkinson mientras su prima lo ignoraba completamente.

-¡Oh Draco! - sonó la espantosa voz de pansy - ¿estas bien? ¿Necesitas algo? - preguntó exageradamente.

-Sí- contestó Electra en su lugar - Que cierres el pico y te esfumes de mi vista-
Ordenó.

Pansy la observó ofendida durante unos segundos pero en seguida volvió a su sitio.

-El diario de mi padre, idiota- contestó, Draco asintió extrañado -Busque durante un año entero en todos y cada uno de los rincones de este castillo para descubrir que el diario se encontraba custodiado por alguna familia de mortifagos - Draco sabía a que se refería - ¿No sabrás nada no? - preguntó en tono amenazante.

El negó con sinceridad. Era la hija de voldemort si, era una mortifaga criada en Azkaban que movía cielo y tierra para conseguir lo que quería si, pero por encima de todo era su prima. Su única familia entre los muros de ese castillo y confiaba en ella, independientemente de quien fueran sus padres, Electra era una persona a la que siempre podía acudir, daba igual si lo amenazaba o si lo tratase como Voldemort a sus mortifagos, al final del día solo le quedaba ella.

No le daba miedo admitir que estaba fuera del tema porque por muy enfadada que estuviera si era sincero ella lo sabría y entendería.

Electra suspiró frustrada y se levantó abandonando el comedor.

Caminó directamente hacia el baño de Myrtle, no pensaba esperar más.

Sabía lo necesario para entrar.

Lo que no esperaba era ver a Ginny Weasly desaparecer por la entrada de la cámara para que, posteriormente, esta se cerrara otra vez.

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Falta poco para el final del primer acto uwu.

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