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                     MALOS CHISTES
                               (***)

Viernes.

Último día agitado y podría descansar dos días después de tanto tiempo.

Habían pasado tres semanas del el beso con Jeon y realmente no hemos hablado en este tiempo, supongo que ambos estamos muy ocupados como para siquiera agarrar el celular.

Me encontraba acostada en el suelo del estudio descansando de las prácticas. No importa cuanto haya pasado desde nuestro debut, siempre terminaba igual de exhausta.

—¿Estás llorando por Jungkook?.

— Rosie, me conoces. ¿Porqué haría tal cosa estúpida por Jeon?— Mientras reía por semejante comentario, me levanté del suelo.

—bSólo bromeo. —Se sentó a mi lado —Sigo preguntándome porque aún no son novios... O es que ya lo son y no me dices nada.

— No somos novios, no somos nada más que simples colegas. —Comenté encogiendome de hombros.

— Yo no ando besándome con mis colegas, SunHee, ¿acaso haces eso con todos?. — Se notaba sorprendida, no puedo creer que piense eso.

— ¡Roseanne!, como puedes siquiera imaginar eso, sólo pasó una vez y fue con Jeon. Realmente no tengo el tiempo ni la atención para nadie en estos momentos, ni siquiera para una mascota tengo tiempo. — Era la verdad, hace bastante quería tener una mascota pero no tengo el afecto y tiempo que alguno merece.

— Tienes razón, sólo que me los imaginé como pareja, saliendo sin esconderse, me pareció bonito. Y no sólo eso, Park SunHee, ¡Jungkook es la única persona que logra ponerte nerviosa!.

— No grites, Rosie —Le tapé la boca mirando hacia la entrada, seguro hay alguien cerca y no sería bonito que escuche esta conversación en concreto. — Jeon no me pone nerviosa, no sé de dónde sacas semejantes palabrotas. Sí no te molesta, tengo unas cosas que hacer.

— No es cierto.

— Sí es cierto. —No tenía nada que hacer pero quería terminar esa conversación.— Nos vemos luego, no creo que vaya con ustedes a la casa, Alguien de producción quiere verme.

Sin escuchar respuesta me fui de la sala, tomé rumbo hacia mi estudio para ducharme. Luego de ensayar horas y horas para nada olía o me veía bien.

Acostada en un sofá jugando un interesante juego en mi teléfono que se vio interrumpido por una llamada de Jungkook.

— ¿Qué necesita, Jeon?.

— "Hola Jungkookie, ¿cómo has estado?. Te extrañé y quisera besarte otra vez". — Dijo imitando lo que supongo sería mi voz.

— Yo no hablo así, realmente hablas como tú a los quince años y jamás saldrá algo así de mis labios, Jeon.

— Desde siempre tengo esta hermosa voz gruesa preciosa, puedo enseñarte más de cerca si aceptas salir conmigo hoy.

— Estoy ocupada hoy, Jeon.

— ¿Qué tienes que hacer?.

— No te importa en realidad, las chicas se fueron a casa supongo, en cambio yo sigo en la empresa, producción quiere verme y no sé hasta que hora.

— Son las seis, no creo que demoren tanto.— Parecía estar calculando los horarios — Tal vez termines a las ocho  y podamos salir a comer, ¿qué dices?

— No calculas mis horarios, no sé cuánto tarde. Hagamos una cosa, cuando termine te marco para darte una respuesta.

— Me parece bien preciosa, espero tu llamado. Cuidate.

[...]

Eran casi las once de la noche cuando terminé lo que tenía que hacer en la empresa. No sentía adecuado llamar a Jeon a esta hora por lo que estaba dudando, quería ir a casa y  dormir hasta el lunes, aunque una parte de mí quería verlo.

Luego de caminar en círculos por todo el estacionamiento, decidí llamarlo. No preguntó nada ya que sabía que siempre se puede tardar mucho en el trabajo. Dijo que era algo tarde para salir a un restaurante o cadena de comida rápida y que sí quería podía ir a su estudio donde tenía algo de comer. Quiso venir a buscarme pero traje mi auto por lo que sólo le pedí la dirección.

Quince minutos después, me encontraba en el estacionamiento de BigHit, entrando por la parte trasera donde me estaban esperando Jungkook y Tae, tomándome por sorpresa con su presencia.

— Tae, ¿qué haces aquí?.— Me apresuré para abrazarlo, hace bastante no lo veía.

— ¿Acaso quieres que me vaya para así poder estar a solar con Kookie allá arriba?. —Comentó subiendo y bajando sus cejas. —  Aquí trabajo, Sunny.

— Eres igual de idiota que él. Sólo creí que Jeon echaría a todo mundo para así poder estar con su amor platónico, perdón, conmigo. — Soy muy mala con eso de los chistes sarcásticos y me di cuenta por la cara que pusieron ambos.

No iba a volver a intentar eso.

— No vuelvas a hacer eso, Sunny, pareces mi abuela. Yo estaba yéndome, es tarde y tengo bastante sueño así que adiós, cuidense y no hagan algo que yo no haría en este edificio.

— Adiós Tae, cuidate tu también.

Subió a su auto y dio marcha para irse. Jeon se quedó ahí quieto mientras yo lo veía para que comience a caminar y así seguirlo,  no conocía mucho el edificio.

— ¿Vas a verme por mucho más tiempo?, después el obsesionado es uno.

— Imbécil, estoy esperando a que comiences a camianar para seguirte. Deja de ser egocéntrico por favor.

— Cierto, sigueme, preciosa.