Capítulo 4

34 2 0
                                    


Lena

El problema de estar en un hospital psiquiátrico no es sólo sentir que estás loco, sino también sentir que estás rodeado de locos. Después de darle vueltas al asunto, tal vez no en otro lugar, pero en este, cualquiera pudo haberlo escrito.

Puede que sí esté loca y me haya imaginado esas palabras trazadas en el espejo. Mi corazón palpita fuerte, tal vez porque no soy capaz de sentir paz en este lugar.

No he visto libros aquí. Es como si nos prohibieran leer. Desde que llegué, sentí que me habían quitado todo lo que tenía, pensaba que no me quedaba nada; y si debo encontrar algo debe estar en mi cabeza, en algún cajón de recuerdos, o quizás el encargado de manejar las cosas en mi mente arrojó todo a la basura.

Veo a Kath acercarse a mí corriendo.

-Hola - me dice sonriendo.

-Me alegra verte - le devuelvo la sonrisa.

-¿Cómo vas con tu medicina?

- ¿Cómo se siente la libertad? - pregunto para evitar responder.

- No es que estés en la cárcel, Lena.

-Se parece - respondo. ¿Cómo logro que me ayude a salir?

-Vendré a verte seguido. Podemos divertirnos, jugar cartas si quieres.

Decido hablar directamente para no perder más tiempo.

-Quiero que me ayudes a salir - la miró directo a los ojos para que sepa que estoy hablando en serio.

-No sé como hacer eso- responde Kath agachando la cabeza.

-¿Me ayudarás?

-...

-Prometo no hacer nada de locos allá afuera. Solo quiero conocer el lugar, sería por mi cumpleaños y volveríamos pronto. - le digo seria.

Ni siquiera sé cuándo es mi cumpleaños, pero he visto a varias personas venir por algunos pacientes en fechas consideradas importantes y se los llevan bajo su responsabilidad solo por ese día. No me gusta mentir, pero no encuentro otra forma de convencerla.

- Preguntaré a los administradores, porque no sé cuáles son las condiciones para poder sacarte por el día de tu cumpleaños. No somos familia y creo que eso puede dificultar que nos den el permiso.

-Eres nueva, ¿crees que confíen en ti?

-No, pero es la única cosa que se me ocurre.

-Podríamos intercambiar lugares. -lo digo enserio, pero Kath lo toma como si fuera una broma.

-Si no funciona, debemos armar un plan - me dice riendo.

Kath es lo suficiente joven para hacer este tipo de locuras. No creo que me crea, pero pienso que Kath es el tipo de persona que te da el último pedazo de su pastel incluso si es de su sabor favorito. Kath sabe que estar aquí me está matando y aunque no parezca tener sentido para ella, quiere ayudar.

***

Me despierto con un trozo de papel pegado en mi frente. Al tomarlo miro una nota que dice: "Hoy es el día. Att: Kath."

Debieron darle el permiso. No entiendo cuál es su plan, pero me levanto rápido como si fuera a tomar todas mis cosas para no perder el tren que me llevará a casa. Pero por supuesto que me doy cuenta de que no tengo cosas para empacar y dudo que haya trenes en el lugar.

Salgo de la habitación no muy segura de a dónde debo ir. Debiste dejar alguna pista, pienso. ¿Qué se supone que debo hacer con un papel que dice "Hoy es el día"? ¿Es sábado? No debí emocionarme de esta forma.

EspejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora