Mi Sangre Sucia ||Draco y tú|| 《T3》

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓: 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚𝐬 𝐚𝐦𝐢𝐬𝐭𝐚𝐝𝐞𝐬

Ya habían pasado tres semanas desde la vuelta a Hogwarts y aunque los días habían pasado normales solo que hubo un inconveniente, inconveniente el cual tenía nombre y apellido, sí, Draco Malfoy, ese rubio tan malditamente hermoso había prácticamente desaparecido, lo había visto por última vez en el desayuno del martes de esta semana, pero ya estábamos a la mañana del sábado y aún no había tenido señales de él.

Le había preguntado a Daph si lo había visto y sí, al parecer lo había visto pero solo de pasada.

Agarré mi escoba y salí de mi habitación para posteriormente salir de la Sala Común. Hoy eran las pruebas para el equipo de Quidditch de Gryffindor, y aunque el año pasado yo estuve en él, al Angelina echarme debería de volver a hacer las pruebas, pruebas que llevaría a cabo el nuevo capitán de equipo, el cual era el mismísimo Harry Potter.

La verdad es que nada en nuestra amistad se había hablado ni nada. Cuando estábamos en la misma habitación simplemente nos ignorábamos pero igualmente la tensión he incomodidad estaba siempre presente en el aire.

Doblé un pasillo cuando alguien de estrelló conmigo cayendo ella al suelo.

—Ay lo siento —se disculpó. Era una chica Ravenclaw, le tendí mi mano con una sonrisa.

—Tranquila, ¿te hiciste daño? —pregunté tirando hacia arriba para ayudarla a levantarse.

—No, estoy bien —sonrió y se acomodó el pelo—. Soy Mahia, Mahia Jones.

—Un gusto Mahia, yo soy _______ Granger —dije con una sonrisa.

—Sí lo sé, soy amiga de tu hermana, Hermione —habló con las mejillas un poco rojas.

—Que raro, Hermione no me ha dicho nada —dije con extrañeza intentando recordar a ver si mi hermana me había hablado de algo.

—Ah sí es que nos justa juntarnos en la biblioteca a estudiar —dijo aún con las mejillas rojas.

—Uh pues genial —le sonreí amablemente—. ¿Quieres acompañarme a desayunar? Desayunaré con mis amigas, y si le caes bien a mi hermana también me caes bien a mi —dije sonriendo.

—¿No crees que les molestaré? —preguntó con timidez.

—Claro que no, vamos.

Fuimos hacia el Gran Comedor hablando un poco mas de nosotras, en el camino me enteré de que Mahia o Mai como le gustaba que le dijeran estaba cursando su último año, no jugaba el Quidditch, tenía el mejor promedio de su curso, venía de Latinoamerica y que su mamá era una bruja pero su papá un muggle.

—Hola chicas, ella es Mahia —les dije a Ari y Daph cundo Mai y yo llegamos hacia la mesa de Hufflepuff donde me esperaban ese par de locas.

—Hola Mahia —dijeron mis dos amigas a la vez.

—Hola —saludó la Ravenclaw con algo de vergüenza.

—Me choqué con ella en el pasillo y pues como disculpas la invité a que desayunara con nosotras —les informé a las chicas con una sonrisa.

—Que raro tu chocándote con personas por los pasillos —se burló Daph con una sonrisa.

Las cuatro comenzamos a desayunar hablando tranquilamente y por suerte Mai se había adaptado bastante bien a las locas de mis amigas, pronto la timidez se había apartado de ella y la verdad es que era una chica muy graciosa y divertida.

—Cuéntanos Mai, ¿hay alguna persona especial en tu vida con a que te besuqueas? —preguntó Ariana descaradamente moviendo sus cejas de arriba abajo.