•°·˚୭ ❪🧛🏻❫ Adam: Sed de Amor ೃ࿐*･
❝𝐘 todos sus pensamientos
se habían vuelto rojos:
era incapaz de pensar en otra cosa que
no fuera el cálido sabor cúprico,
la efervescencia vital de la sangre
...
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CAPÍTULO 5
❝ MELODÍA DEL PIANO ❞
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Lia miró a Adam con descuido, con los ojos subiendo por los botones de la camisa hasta el cuello abierto, una extensión de piel blanca. Se veía bien.
―Lo siento, Adam ―La joven soltó una risita―. De todos modos, gracias. Ya debo ir...
―Todavía la tengo en alguna parte ―murmuró en voz baja, sin dejar de mirar la foto―. Beau Brummell me dio esa chaqueta, el idiota insufrible ―La pelirroja sonrió ante la expresión.
― ¿Quién es?
―Era un dandy de mi querido Londres ―Se detuvo un momento contando las convenciones de la sociedad londinense de la Regencia como si solo hubiera sucedido la temporada pasada, con una intención casual de un adolescente que describía amigos de secundaria, pensó ella divertida.
En cuanto a Adam, estaba tan inmerso en su episodio de reminiscencia que le llevó mucho tiempo aceptar la razón por la que estaba divagando. Estar cerca de Lia sin la pretensión de pasar por humano lo había conmovido, era como en los viejos tiempos. La sangre fresca solo lo había despertado más, y de repente la interacción humana no parecía un mal necesario. Señaló una imagen diferente en la pared, una que tampoco había estado allí antes.
―Solo pensé que, bien podría sacar mis buenos recuerdos. Me da algo que hacer cuando parece que no llego a ninguna parte con una canción.
En verdad, había estado nervioso desde que la chica le había pasado la mano por el brazo unos días antes. Piel de zombie, tan extraña después de muchos años sin contacto. Era una energía nerviosa que no podía sublimar en música, por lo que se ocupó de proyectos innecesarios, coordinó las luces en un solo interruptor, pulió y pulió el acabado de sus guitarras, hurgó en los cajones llenos de viejas fotografías enmarcadas y encontró lugares para ellos en las paredes.
Lia buscó con rapidez todas las nuevas fotos, preguntando sobre las que despertaron su interés. Había una pareja dentro de pequeños grupos de hombres apuestos, pero principalmente eran retratos, filmados con el cuidado de un artista que está enamorado de su modelo. Pero había una que se destacaba, una instantánea en blanco y negro de él sentada en un piano vertical.
―Woah... mira esa cosa ―exclamó la ojiverde, bajando la voz a un susurro y dando un paso adelante para mirar más de cerca el instrumento.
