MI DESTINO

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Me dirigí a Mystic Falls para volver a verlos a todos, incluida Katherine. La última vez que les vi ella huía de Klaus, Stefan era un destripador, Damon intentaba salvarle y los Mikaelson seguían a Klaus en busca de Katherine y en huir de Mikael. No creo que haya cambiado gran cosa, aunque para que todos volviesen a Mystic Falls tal vez si. Llegue a ese pequeño pueblo donde había nacido, pensé que la primera persona a la que debía ir a ver era a la que me convirtió, por lo que le busqué intentando no cruzarme con nadie hasta que por fin le encontré y pude ir a darle una visita.

t/n: Hola -saludé con una sonrisa malvada-

Katherine: Adiós Elena

t/n: ¿Cómo me has llamado? -pregunté impidiendo que cerrase la puerta-

Katherine: Espera, tu no eres Elena -me miraba con desconfianza-

t/n: No se quien es Elena, pero no, no soy ella.

Katherine: Entonces eres...

t/n: ¿Me echabas de menos?

Katherine: No lo entiendo, te marchaste hace mucho -dijo dándome un abrazo-

t/n: Todos volvemos a Mystic Falls en algún momento.

Katherine: Es increíble.

t/n: ¿Qué hay de ti? Pensaba que huías de Klaus.

Katherine: Tu lo has dicho, todos volvemos y solo los Salvatore y sus amigos saben que estoy aquí.

t/n: Genial, porque tenía pensado ir a visítalos juntas. -le sonreí con malicia-

Katherine: ¿A los Salvatore? -pregunto sorprendida-

t/n: 1893, tenía que conocerlos.

Katherine: En ese caso, vamos a darles una visita.

Y así es como nos plantamos en casa de los Salvatore, por el camino me explicó que su casa no tenía dueños por lo que podía entrar sin problemas. Me suplicó que me hiciese pasar por la encantadora Elena, me dijo como era y me gustó la idea de engañarles, aunque ella me pareciese un autentico aburrimiento.

Katherine: ¿Preparada?

t/n: ¿Para ver a mis dos novios? Claro.

Ambas nos reímos, después picamos a la puerta y al instante nos abrió Stefan, era muy extraño volver a verle después de tantos años pero estaba claro que seguía siendo igual de sexy que hacía más de un siglo.