27

42 5 0
                                    


Abrí la puerta y Alexander entró junto con Jackson, y Simon.

—¿Dónde está? – dijo Alexander, besando mi mejilla.
—En el sillón. – suspiré y cerré la puerta. – No para de vomitar sangre...
—Debo verla. – dijo Simon, caminando hacia ella.
—¿Ha dicho algo? – me mira Jackson y yo niego con la cabeza.
—No he podido sacar nada más. – suspiré y caminé con ellos hacia aquel ángel.
—Debió haber una conexión que la está matando. – dijo Simon, tomando su mano.
—¿Una conexión? – los miré. – No entiendo...
—Esto sucedió una vez... pero fue al hacer una conexión con un ángel que incumplió las reglas. – dice mi novio.
—Hace años... muchos años, un ángel tuvo relaciones con un humano y de ahí salió una abominación. – suspira Jackson. – Un Nephilim...
—¿Eso que tiene que ver con esto?
—El Nephilim tuvo contacto con un demonio. De ahí comenzaron a perseguirlo y el vasallaje comenzó...
—Vasallaje...- murmuré recordando las palabras de Chris. – Cuando ella entró, Chris me llamó y dijo que tuviese cuidado con el vasallaje...
—Puede que esto ocurra ahora. – dijo mi novio, acercándose a Clarke.
—Quiere decir que... ¿Ella tuvo contacto con un demonio?
—Podría ser. – dijo Simon. – Pero mis hombres la han estado siguiendo y nada ha sucedido. – se levanta y me mira. – Ella no ha tenido contacto directo.
—¿Qué quieres decir?
—Eso explicaría el por qué ha enfermado. – dijo Jackson.

En eso, la puerta se abrió y Gabriella entró cargando la caja que contenía su vestido.

—No sé si debería usarlo... – dice, cerrando la puerta. – Es decir, me lo obsequió mi... novio o exnovio ángel que trabaja con un maligno demonio que fingía ser mi amigo desde el jardín de niños, así que... ¿Qué me dices? – nos mira y se queda callada. – ¿Qué sucede aquí?
—Clarke ha enfermado. – mordí mis uñas, con nerviosismo.
—Vaya...
—Lo sé... es impresionante y... – me interrumpe.
—¿Y no pensaste en avisarme? – dijo, ofendida.
—Gabriella...
—Le avisaste primero a ellos...
—¿Debía avisarte a ti?
—¡Claro! – deja la caja en el suelo y se cruza de brazos – Siempre debes avisarme a mi primero. – me mira. – Es ley de amigas el decirme primero lo que sucede en la vida...
—Chicas. – ambas volteamos a ver a Jackson. – Debemos averiguar cómo le afectó esto.
—¿Qué le sucedió? – dijo mi amiga, acercándose.
—Creemos que tuvo contacto con un demonio sin haber sido directo. – dijo mi novio. – ¿Entiendes?
—Claro que entiendo. – rueda los ojos mi amiga. – No soy tonta como ustedes. – la miramos. – ¿Acaso no recuerdan que se besó con Kyle? El ángel cuyo señor es Robbie, el temible demonio.
—Eso tiene sentido... – dije y miré a los chicos. – ¿Es posible que se contagie de alguna forma al tener contacto con Kyle?
—Corrijo... – dice Gabriella. – Al pasar saliva con el traidor.
—Es posible. – dice Simon y mira a mi amiga. – ¿Has sentido algo últimamente?
—¿Algo cómo qué? – pregunta mi amiga.
—Algún malestar o... vomito con sangre. – le digo y ella niega con la cabeza.
—Nop. – suspira. – Jamás me besé con él.
—¿A qué te refieres? – la miro, confundida. – ¿No salían juntos?
—Si, pero... – suspira. – Jamás le permití besarme, es decir, no me sentía lista para dar el siguiente paso.
—Hiciste lo correcto. – dijo Simon. – O podrías estar de esta manera.
—C...Chicos... – dijo una voz, débil.

Se trata de Clarke.

—Clarke... – murmuré, acercándome a ella.
—Kyle... – tosió un poco. – Kyle es mi... señor...
—¿Cómo es eso posible? – tomé su mano.
—Al... besarlo... parte de su demonio entró... en mí...
—¿Quiere decir que él se curó? – pregunta Jackson detrás de mí
—No del todo. – tose de nuevo. – Una parte de él... intenta salir de... ese... infierno. – tose. – Pero su señor lo... regresa a su... estúpida realidad...
—¿Qué debemos hacer? – se acerca Alexander.
—Deben... matar a su... señor... – me mira, débil. – Deben matar al demonio...

Las horas pasaban y nos encontrábamos en casa de Roy, el cual aún no regresaba, pero si nos prestaba su casa para nuestras reuniones.

—¿Fue correcto dejar a Clarke sola? – dije, sirviéndome algo de agua en un vaso.
—No estará sola. – dijo Simon, entrando a la habitación. – Mis hombres están cuidando la casa.
—Eso me tranquiliza un poco. – suspiré y me senté en el sillón.
—Déjenme repasar el plan. – dijo mi amiga. – ¿Hoy ocurrirá el asesinato?
—Así es. – dijo Alexander. – Si lo matamos, ellos quedarán libres.
—Si es que esto no ha aumentado. – dijo Jackson y lo miramos. – Piensen esto... Robbie debe saber lo que planeamos... por algo no está aquí molestándonos...
—Es cierto... – dijo mi amiga. – Debe estar tramando algo...
—¿Qué podría planear? – los miré.
—Quizá esté buscando un nuevo sucesor. – dijo Gabriella, poniéndose de pie.
—¿Un sucesor? – pregunta mi novio.
—Si... Robbie es señor de Kyle... por lo que, si muere, sus planes habrán... muerto con él...
—O sea que... en este momento está buscando a otro demonio...
—No necesariamente... – dice mi amiga, caminando por la habitación. – Puede ser un ángel u otro ser sobrenatural.
—¿Y quién podría ser aquel elegido...?

En eso, un ángel todo herido entró a la casa, al cual le reconocí al instante, él vigilaba a Clarke.

—¿Jesse? – dice Simon, confundido. – ¿Qué haces aquí?
—Se llevaron a Clarke... – dice, antes de desplomarse en el suelo.


----

[COMPLETA] ✓ ARCÁNGEL: La Maldición de los Caídos I [SAGA: ARCÁNGEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora