Camino de espinas [popkeda]

6// Una noche

Kedamono estaba sentado en el sofá viendo pasar el tiempo mientras que Popee preparaba una tasa de café, una ves que hirbió el agua el de coletas se sentó en la mesa
-¿Estás bien?- le preguntó preocupado
-Si, solo que hace mucho que no estoy lejos de Jr, se siente raro- musitó, el rubio se levantó de su asiento y fue con su amigo
- Él está bien, tranquilo-
-Ya lo sé pero que preocupación- dijó acomodándose el cabello con la palma de la mano, se hizo un silencio incómodo
- Bueno, supongo que debo irme a mi casa- dijó el de lentes
-¿No te vas a quedar?-
-Oh no no no, gracias-
-¿Seguro?-
-Si, no quiero molestar- dijó poniendo su mano en su cuello
-Bueno, ¿antes quisieras una copa? Creo que por ahí tengo una botella que nunca abrí- dijó el lobo mientras buscaba la bebida alcohólica, María se la había regalado en su cumpleaños pero él nunca se la tomó
-Mm claro¿Por qué no?- dijó el joven acomodándose el cuello de la bata,el lobo al fin encontró la bebida, sacó dos copas de vidrio y sirvió el líquido carmín, se la dió a Popee y este le dió una probadita con los labios
-No está nada mal- dijó mientras le daba un sorbo
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Así tomaron una dos, tres, cuatro, cinco copas hasta que el alcohol se había acabado, obviamente ellos estaban muy felices, se encontraban tendidos en el sofá platicando y riendo, la máscara de Keda estaba rosada y medio levantada mientras que a Popee se le habían desecho las colitas
-Bueno, creo que ya me voy- dijó el muchacho haciendo un intento por levantarse
-¿Estás seguro? Ya es muy tarde- dijó el lobo
-Estoy bien- dijó Popee tambaleándose hacia la salida, Keda lo acompañó
-¿Seguro?-
-Seguro- una vez en la entrada el rubio se volteó para despedirse
-Bueno, bonito día- dijó ajeno a qué eran las diez de la noche, le iba a dar un beso en la mejilla a el más bajito pero hubo un error y terminó aterrizando en los labios del morado sorprendiendo a este, en seguida Popee se apartó de él
-Lo lamento, no era mi intención... yo...- el lobo se la abalanzó en un beso más apasionado, realmente estaba esperando este momento desde semanas, y el alcohol en su sangre fue el que le dió esa valentía que necesitaba, mientras que el rubio ansioso no podía creer que esto estuviera pasando, se dejó llevar por el beso y se aferró a Keda con ternura, después de algo de tiempo del beso ambos por fin a separaron y entraron a la casa cerrando la puerta detrás de ellos.

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Las fans y yo: