XLI

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Eider Evenson

Algo está pasando y solo espero que mi intuición se equivoque, seguramente hay una buena razón para que Francisco no haya venido, tal vez su abuela es enfermó y el se quedó en casa a cuidarla, en cuanto a Ruel pudo ser cualquier cosa.

Al dia siguiente en el instituto...

— Bien, vamos a iniciar, el tiempo de espera para sus compañeros se terminó. — Dijo el profesor.
— Dios... Te pido fuerza para no dormirme. — Dijo Antje con voz dramática y uniendo sus manos como si estuviese rezando, yo reí por lo bajo ante aquella acción.

El día de hoy, Ruel si se presentó, aunque algo cambió en él, no tiene la misma expresión vacía de siempre, hoy luce... ¿Feliz?
No me ha dirigido la palabra, ni yo a él, temo arruinar ese buen humor que hoy trae consigo.

Las clases marchaban bien, en cuanto a mi fácil distracción, mirar a Francisco siempre me tranquiliza, aunque también me entorpece... Más, debido a que no puedo evitar reír cuando el se da cuenta. Pero hoy es diferente, hoy no está, de nuevo.

Todo estaba en orden hasta que el director interrumpió la clase.

— Lamento molestar profesor. — Claramente se está disculpando, ¿Pero porque si nunca lo hace? — Adelante, pueden proceder.

Dicho eso, hombres de la policía entraron al aula y caminaban decididos y a paso firme hacia el fondo del salón.
— Ruel Vincent Van Dijk, quedas detenido por el asesinato a sangre fría de Francisco Elliot y por todos los otros homicidios de los que se te acusan.

Un escalofrío recorría mi cuerpo, el aire me faltaba, todo daba vueltas, sentí como si una daga me atravesara, sentí cada parte de mi ser romperse en pequeños pedazos ante lo que acababa de escuchar.
De pronto perdí el sentido de la realidad, no sabía si esto era mi imaginación, un sueño, una alucinación, o si de verdad estaba pasando.

Me gire para ver a Ruel, estaba esposando, dejando su lugar para ir con aquellos hombres de la policía que lo custodian, conectamos miradas , sus ojos eran diferentes, aquellos ojos verdes ya no me parecían vacíos, eran siniestros, sus labios se curvaron en una sonrisa, una que no había visto antes, era de satisfacción, maliciosa.

Sin emitir palabras, movió sus labios como si dijera "voy a matarte".

Y entonces lo supe... Sentía atracción y cariño por el asesino del chico al que amo. Pero también ahora tenemos algo en común... Yo también quiero matarte Ruel.

Últimos capítulos.

SILENCE / Ruel Van Dijk (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora