Los secretos de Zayn | Z. P. | (CANCELADA)

Capítulo 5: Verdad o reto

Antes de entrar me sequé y tiré la toalla por ahí.

Entramos juntos, por suerte no llamamos la atención de nadie, cada uno estaba en su burbuja, algunos bailando y otros jugando a un juego.

Había una ronda y me senté al lado de Harry.

- ¿De qué se trata? - Le pregunté.

- Es de verdad o reto, si te toca el pico de la botella, tú tienes que hacer el reto o contestar la pregunta, obviamente diciendo la verdad. Si no dices la verdad, tienes que hacer el reto que te diga el que giró la botella. - Me explicó el ruloso.

- Malik... - Volteé cuando me llamaron.

- ¿Qué?

- ¿Verdad o reto?

- Verdad.

- ¿Es verdad que te gusta alguien que está en esta habitación? - Preguntó Niall maliciosamente.

- Mejor reto. No me lo hagas decir. - Rogué.

- Bueno, - puso esa sonrisa otra vez - te reto a que te cojas en aquél armario a Payne. Les doy veinte minutos.

Mierda. Ya lo saben.

No fue tan malo, considerado que me hizo una excelente mamada en la piscina.

- Agh, está bien. Vamos Liam. - Tomé su mano.

Liam

Secreto número 25: Quiero que Liam me coja salvajemente en un lugar remoto de una casa ajena.

Obviamente adelanté varios, no soy alguien que sigue reglas u órdenes.

Yo hago lo que quiero y cuando quiero.

Me llevó al armario, cerró las puertas de este y antes de que reaccionara empezó a besarme salvajemente.

Continuamos besándonos hasta que sentí su mano estimulando mi polla sobre el short.

- Z- Zee, - jadeé. - s-sigue por favor. - este chico me va a matar.

- Cállate y quédate quieto, ahora me toca a mí. - Se arrodilló y bajó mis shorts. Pasó su lengua por toda mi longitud y después se metió mi pene hasta el fondo - creo que lo estoy amando - empezando a hacer una buena mamada.

- Zayn, m-me voy a correr... - Mierda, era demasiado bueno.

- Hazlo.

- No quiero hacerlo en tu boca. - Lo agarré del pelo y lo jalé para arriba y empecé a devorar sus labios. - Date la vuelta, no voy a prepararte. - Lo empotré contra la pared y lo empalé hasta el fondo, haciendo que gritara.

Empecé le vaivén de adelante hacia atrás, espero que estén al pendiente del tiempo y no de lo que decimos.

- A-ah, Lia-am, más fuerte. - Gemía como perra en celo. Seguí y nos corrimos juntos, lo giré y nos besamos salvajemente.

- Chicos, dijimos veinte minutos, no una hora, aunque ganaron el reto.