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Era sábado y el conocido Bakusquad se preparaba para aprovechar al máximo su fin de semana con una tarde de torneo de videojuegos. Ya tenían listo las palomitas, los refrescos, la bolsa de las apuestas y los cargadores cerca de Kaminari. Solo faltaba convencer al integrante más difícil y amargado del grupo y por el cual llevaba su nombre.

- Vamos Bakugo, serán solo unas rondas.- insistía Sero.- Después te puedes ir a dormir temprano, si quieres.

- No me interesa pasar horas pateando sus traseros en un videojuego cuando hay muchas otras cosas útiles qué hacer.- el rubio explosivo se mantenía sentado, con los brazos cruzados.

- Si tan seguro estás de ganarnos fácilmente, ¿Por qué no te quedas y lo demuestras?- intentó molestarlo Kaminari.

- ¡No tengo que demostrarles nada a ustedes, montón de extras!

- Calma bro, está bien si no quieres jugar.- intervino Kirishima, intentando evitar que su amigo le explotara la cara a alguien.

- No seas aguafiestas Bakugo.- dijo Ashido, haciendo un puchero.- Se necesitan cuatro jugadores para el torneo.

- ¿Y tú estás pintada o qué, ojos de mapache? Contigo ya son cuatro. Por tus malditas matemáticas es que estás en los últimos puestos de la clase.

- Claro que sé contar.- acostumbrada al comportamiento de su amigo, la rosada no le dio importancia al comentario.- Pero yo solo voy a ver. Y a animar al que gane el dinero.

- ¿Por qué solo al ganador?- preguntó el pelirrojo.

- A ver si me invita un helado después.- contestó Mina, guiñando un ojo y sonriendo sin culpa.

- Si me quedo, te aseguro que ganaré, te compraré el puto helado y te lo embarraré en la cara.- contestó Bakugo y la chica lo miró indignada.

- No habla en serio.- Kirishima sonrió, nervioso.

- Claro que sí. Así que tú sabrás si quieres seguir insistiendo en que me quede.

- Oh, vamos ¿Acaso tienes algo mejor qué hacer, Kacchan~?- Kaminari enfatizó el apodo de Bakugo con un tono tierno y enfadoso que sabía molestaría al otro rubio, quien efectivamente lo miró con cara de pocos amigos. Katsuki estaba por responderle (e insultarle) cuando levantó su vista hacia alguien que cruzaba la sala dirigiéndose a la puerta principal.

- ¡Oye, Jiro! - la chica se detuvo y miró a Bakugo, algo sorprendida.- ¿A dónde vas?

- Uhmm... al taller de Hatsume.

- Bien. Voy contigo.

- ¿Eh?- si antes Jiro estaba sorprendida, ahora lo estaba el doble.

- Que voy contigo.- respondió el chico, rodando los ojos y levantándose para acercarse a ella.- ¿Qué no tenías super audición o algo así?

- Sí.- la chica dejó de lado su sorpresa para responderle con molestia.- Me refiero a ¿Por qué?

- ¡Porque sí, mierda!- Antes de que Jiro lo cuestionara nuevamente, Bakugo se giró y encaró a un desconcertado Kaminari, mostrándole el dedo medio.- Ya tengo algo mejor qué hacer, cara de idiota.- después se volvió a girar hacia la chica, la tomó de la muñeca y la arrastró fuera del edificio.

A pesar de que ambos ya habían abandonado los dormitorios, todo el bakusquad en la sala seguía mirando hacia la puerta con una expresión perpleja, tratando de entender lo que acababan de presenciar. Después de un momento, Sero rompió el silencio.

- ¿Escuché mal o... Bakugo llamó a Jiro por su nombre?

- Yo también lo escuché.- coincidió Mina.- Creí que Kirishima era el único al que Bakugo llamaba correctamente. O mejor dicho, el único que se molestaba en recordar.

¿Bakujiro? No. (Kamijiro Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora