Eres Detestable |Yoonnam|

11

Namjoon después de aquella ruptura había estado perfectamente bien, siempre alegre, como sus pequeños alumnos solían verlo, o eso es lo que aparentaba pues realmente no podía evitar llorar pensando en su ex pareja.

Llegaba a su casa y apenas podía probar bocado alguno pues, los sollozos regresaban a el cuando veía la silla vacía frente a el.

No había mucha diferencia de lo que era anteriormente, solo que antes ponía su plato y esperaba como un bobo a que llegara, pero ahora su completa ausencia lo hacía sentir mal, además de que nunca le había gustado estar solo, le gustaban los momentos a solas como cualquier persona, pero definitivamente no quería vivir así, por lo que estos últimos días se había quedado en casa de sus amigos con la excusa de que un vecino estaba trabajando en su casa y no lo dejaba dormir.

Sus amigos estaban enterados de lo sucedido y no dudaron en darle su apoyo incondicional y tratar de distraerlo, pero el moreno estaba tan negado a soltarlo que ya no sabían que más hacer.

Tal como se lo había dicho, estaba parado frente a la puerta del pálido esperando a que le abriera después de haber soltado dos golpes.

- No me interesa comprar estúpidas galletas... oh eres tú - dijo al ver al moreno.

- Si, y no creo que esa sea la forma de hablarle a unas pequeñas niñas que solo intentan vender galletas - lo regaño.

Yoongi rodó los ojos con fastidio y levantó los hombros restándole importancia.

- siguen siendo seres detestables - dijo adentrándose a su departamento, dejando la puerta abierta para que el moreno pasara.

Namjoon lo siguió y cerró la puerta detrás de el.

Yoongi comenzó a analizarlo de los pies a la cabeza , y cuándo llego a su cara hizo una mueca de disgusto.

- Te ves fatal - sorbió del café que había dejado en la mesa, a un lado del sofá.

- ¿gracias?

- no fue un cumplido. Se nota que has llorado por días, no has dormido, y no comes.

Namjoon abrió sus ojos sorprendido pues había descrito sus acciones de toda la semana.

- ¿en serio es muy obvio?

- Si. Tus alumnos deben de pensar que les da clase un muerto - dijo con burla.

Namjoon se miró en el reflejo de una puerta, asustado por las palabras del pálido.

Regresó su mirada a el y frunció el ceño.

- y bien ¿a que he venido? - dijo cambiando de tema.

- oh cierto - dejó su taza de lado y lo miró.

Namjoon sintió que su piel se erizo al estar bajo la potente mirada del palido, sentía que podía ver hasta su alma.

- Hoy tendremos una reunión en casa de mi hermana, asistirán las fastidiosas hermanas de mi madre y quiero que termines conmigo enfrente de ellas.

- ¿cuál es el punto de eso?

- Cagarles el palo y que dejen de fastidiar.

- No entiendo como vas a hacer eso fingiendo que somos novios - dijo Namjoon.

- Ellas creen que nunca podría conseguir una pareja con la actitud que tengo, y cuándo me vean contigo se van a tragar sus palabras - explicó.

- ¿y para qué quieres que te termine?

- para que después no fastidien con que debería llevarte una vez más, que sea publico que terminamos, no quieres nada conmigo y no quiero nada contigo.

- ¿te puedo pegar? - dijo fingiendo inocencia.

- No.

Salieron del departamento y subieron al auto del pálido para ir a la casa de su hermana.

Después de un no muy largo recorrido llegaron a una linda casa, lo poco que le había contado, según el pálido para hacerlo "entrar en contexto" es que la casa también era de su madre.

Bajaron del auto y Namjoon pudo reconocer a una mujer adulta como la madre de uno de sus alumnos, le sonrió a la señora y ella hizo lo mismo, pero no cruzaron palabra.

- ¿de qué es la reunión?

- Es el cumpleaños de los fastidiosos hijos de YoonJi.

Namjoon abrió sus ojos de golpe asustado por lo que podría ver adentro. Ahora entendía porque vio a una de las mamás irse.

Intentó reclamar, pero Yoongi ya había tomado su mano llevándolo al interior de la casa.

- Espera... - Dijo débilmente pues no quería llamar mucho la atención de algunos que ya los miraban curiosos.

- ¿sucede algo amor? - dijo Yoongi, a lo que Namjoon supuso que ya había entrado en su papel.

Miró de reojo a quienes parecían ser unos invitados que miraban sorprendidos la escena pues nunca imaginaron ver al mayor de los Min con pareja.

- Es que no estoy seguro de que esto salga b...

- ¡llegaron! - fue interrumpido por la alegre voz de una señora - por un momento creí que Yoongi me mentía, pero ahora que te veo me hace muy feliz.

- un placer volver a verla señora Min - hizo una leve inclinación.

- está bien, solo dime Hye, o mamá - le guiño el ojo.

Namjoon sonrió y asintió.

- Yoongi no me contó que hoy era el cumpleaños de los gemelos, por lo que no traje ni un regalo.

La señora le sonrió amigablemente.

- No te apures, estoy seguro de que estarán felices de que estés aquí. Ellos te aman.

Namjoon sonrió avergonzado, pues no creía que sus palabras fueran ciertas, los gemelos nunca cruzaban palabra con el a menos de que fuera para un trabajo o para pedir algún permiso. Siempre lo miraban detenidamente y se sentía muy nervioso ante sus potentes miradas, muy simialres a la de su madre que era idéntica a la del pálido.

- pero ven, vamos - la mayor lo tomo de la mano para llevarlo al patio dónde se encontraba la mayoría.

Namjoon volteó a ver a Yoongi quién le hizo señas para que caminara, mientras el los seguía.

Llegaron y vio a muchos de sus alumnos jugar en el patio mientras demás personas un poco mayores, hablaban entre ellas.

La señora Hye jalo a Namjoon hasta ellos con una sonrisa de superioridad en ellos, mostrando que su hijo mayor por fin tenía novio.

Namjoon les sonrió nerviosamente cuándo sus miradas se posaron en el, incluyendo la de alguien que conocía muy bien. Maldijo interiormente al ver al director de la escuela que lo miraba con curiosidad.

- El es el novio de Yoongi - habló la madre de Min.

Yoongi se puso a un lado de el y rodeó su cintura con una mano.

Namjoon se tensó un poco ante el tacto pero se fue relajando un poco cuando el palido apretó su cintura. Era realmente raro que su cuerpo reaccionara de esa manera pues no era muy amante del contacto físico.

- ¡Maestro Kim! - le gritaron unos niños al verlo, lo que llamo la atención de más niños.

"Alguien denme un golpe por haberle dicho que si" se dijo internamente.

- ¡Suelte a mi maestro viejo loco! - grito el niño, parte de los gemelos.

Nada de lo que esperaban iba a salir bien.

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Una disculpa por los errores y muchas gracias por leer 💕💕