My safe place |𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨|

I

Ese día era frío, el día estaba tan oscuro para mi, tanto que parecía una noche de invierno.

Ese era mi último día aquí.

Ya tenía todo listo, no había marcha atrás, nada me iba a convencer de lo contrario, seguiría con lo planeado, tenía que irme ese día.

No tuve por que conocerte.

No tuve por qué responderte.

No tuve por qué enamorarme.

Ese sentimiento era totalmente desconocido para mi, estaba aterrado, ¿Como iba a saber yo si eso era amor, si nunca lo recibí?

Estaba jodido.

Caminé hasta ese lugar, mi lugar seguro, nuestro lugar seguro.

Creí que ahí acabaría todo, no tenía por qué seguir aquí, aguantando todo.

Pero llegaste a mi lado, viéndome con curiosidad, tus ojos totalmente abiertos, y tus mejillas más infladas de lo que ya eran.

—¿Que crees qué haces?— te acercaste a mi, tomaste mi mano, y me hiciste tomar asiento a un lado tuyo.

—Yo..— estaba totalmente avergonzado ¿por que tenías que aparecer justo en ese momento? —Solo estaba mirando.

Frunciste el ceño, me analizabas con tu mirada, buscando algo mal en mi, y es que, no tenías por que tratar de analizar a fondo, nada estaba bien en mi, a simple vista se notaba.

Todo era una mierda.

Pero ese día, ese día aunque estuviera frío y oscuro, llegaste a iluminarme.

Un chico de dieciocho años, iluminando a un chico de veintiún años, ¿quien lo diría?

—Irte no es la solución, ¿que pensarían tus padres, tus amigos y la gente a la que les importas ante tu partida?

—¿En serio crees que les interesaría?— reí, fue una risa amarga, dejaba un muy mal sabor de boca —No hay persona alguna a la que le interese.

Y es que era verdad, parecía no existir, así que ¿por qué estaría mal irme?

—Pues a mi si, así que no vuelvas a hacer algo así.

—¿Quien eres?

—Han Jisung, un gusto.

Sabía que era un error, no tenía por qué quedarme más a causa de un chico.

Pero, lo cierto es que, tu, pequeña ardilla, te convertiste en mi lugar seguro.