XIV

745 124 49
                                    

—¿Prometes quedarte conmigo siempre, sin importar que?— me miraste mientras hacías un puchero.

—Claro que si, bebé, prometo quedarme contigo para toda la vida, Hannie.

—Me alegra que sigas a mi lado, no se como estaría si aquel día no te hubiera detenido.

Sigo agradecido por aquello, amor.

Sigo agradecido por que me salvaste, por que me enseñaste a amar.

Sigo agradecido por que me enseñaste cosas buenas de la vida.

Sigo agradecido por que aunque todo era una mierda, viví lo más bonito contigo.

Todo precia ir normal.

Me mudé contigo, por fin escapando de la casa de mis padres, y de los abusos y desprecios que ellos me daban.

Nuestra compañía era mejor que cualquier otra cosa.

Conseguí empleo en una veterinaria, donde hice nuevas amistades.

Todo parecía ir de maravilla, me aseguraste que en tu escuela iba todo bien, que ya no sufrías de abusos de aquellas personas que un día se hicieron pasar por amigos, me juraste que todo estaba bien.

Pero no, no estaba bien.

Cada día aquellas palabras eran peores, te golpeaban por que eras homosexual y por qué vivías conmigo, se burlaban por qué te acostabas con un hombre, se burlaban por que yo era tu novio.

Aquellas palabras y maltratos te destruían, pero siempre llegabas a casa con una sonrisa.

Seguías fingiendo.

Seguías ocultándome todo.

Tenías miedo, yo lo sé, se lo que se siente pasar por todo eso, pero jamás lo hablaste conmigo, ni con nadie.

Seguías tratando de seguir de pie, para no preocuparme, pero ya estabas cansado, ya no podías más.

Y no sabías que hacer.

Tenías miedo de que te dejara, tenías miedo de que te abandonara y me burlara de ti como todos lo habían hecho.

Tenías tanto miedo de hablar, que preferiste callar para siempre.

Amor, tu fuiste quien rompió nuestra promesa.

Tu fuiste quien me abandonó.

Tu fuiste quien me dejó solo, luchando contra el mundo de nuevo.

No sabía que hacer, te juro que mi alma se partía en pedazos al ver tu cuerpo frío dentro de aquella caja.

No quería seguir con todo yo solo, no sabía cómo vivir sin ti a mi lado.

No sabía si podría soportar estar de nuevo en la soledad.

No sabía cómo entender que ya no te tendría conmigo, que ya no te daría besos por toda tu carita hermosa, que ya no admiraría tu cuerpo como si fuera una obra de arte, y es que todo tu eras una hermosa obra de arte.

Un hermoso retrato que nadie valoró, y terminó desechándolo.

No podía seguir sin ti, sin acariciar tus grandes mejillas, sin besarlas y sin decirte cuán preciosas eran.

Me hacías falta.

Necesitaba mi lugar seguro.

Pero ya no lo tenía.

Amor, ¿por qué preferiste acabar con todo así? Dejándome a la deriva, en un océano donde hay muchas corrientes malignas.

Volvía a hundirme, mi salvavidas se había roto, ya no podía seguir, ya estaba agotado.

Pero nuevamente fue tu recuerdo quien me salvó de morir ahogado.

Volviste a ser tú quien me hacía querer seguir adelante, tu lo hubieras querido.

Siempre veía nuestras fotos, para darme ánimos.

"Hannie siempre quiso que salieras adelante" me repetía siempre para darme fuerzas.

Sonreía siempre, recordando tu bella sonrisa que hacía que tus mejillas se abultaran más y que tus ojos se cerraran.

Reía al recordarte reír de manera exagerada cuando te decía un mal chiste, tu risa sigue llenando mi corazón de alegría.

Tu esencia sigue tan pura e intacta dentro de mi corazón.

Eres aquello que jamás se olvida.

Oh, ardillita, aún después de todo, tu sigues siendo mi lugar seguro.

Te prometo que volveremos a vernos.

Si en esta vida las cosas no fueron perfectas para ambos, te aseguro que en nuestra próxima, todo será diferente y perfecto.

Ansío volver a verte.

My safe place |𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨|Where stories live. Discover now