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Siempre sonreías, siempre estabas feliz, siempre tenías una energía inimaginable, aquella sonrisa nunca se esfumaba de tu rostro.

Tu hermoso rostro.

Como amo cada detalle de él, tus ojos, tu nariz, tus labios, tus cejas y pestañas, todo era perfecto, ¿pero sabes que fue lo que más me encantaba de tu hermoso rostro?

Tus mejillas.

Aquellas mejillas de las cuales tanto te avergonzabas, de las cuales tanto te quejabas y llorabas en secreto, aquellas hermosas mejillas que maldecías siempre.

¿Por qué me ocultaste eso?

¿Por qué siempre sonreías y demostrabas que nada te lastimaba?

Te odiabas.

Odiabas todo de ti.

Odiabas cada parte de tu cuerpo, tu abdomen, tus piernas, tus brazos, tu estatura, pero tus mejillas eran las que más odio recibían.

¿Por qué odiar algo que te hacía ver súper lindo, como una pequeña ardilla?

Siempre venías a mi con una máscara.

Ocultabas todo lo que sentías, todo tu odio, tu autodesprecio, lo escondías en lo más profundo de ti cuando estabas junto a mi.

¿Por qué?

¿Por qué fingir algo que no eras?

Me engañaste.

¿Como no lo noté?

Me empeñaba más en disfrutar de tu compañía, conformándome con las tonterías que decías, lo que hiciste para hacerme feliz.

¿Por qué te empeñabas en hacerme feliz a mi y no a ti mismo?

¿Por qué tratar de armar a alguien roto, si ni tu mismo pudiste arreglarte?

My safe place |𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨|Where stories live. Discover now