VIII

731 129 11
                                    

—Oh, discúlpame, tienes razón, no te conozco.

Esas palabras atravesaron tu corazón como cuchillos, hiriéndote más.

No pensé antes de hablar, tal vez yo también fui una de las razones por las que te marchaste.

Te di una última mirada, te miré serio, el cómo te dije aquellas palabras me dolieron, me dolieron demasiado.

Pero solo podía comportarme distante, al fin y al cabo, también lo hiciste tú, trataste de ocultar que lo que te dije te dolió, pero tus ojos brillaban, brillaban por qué retuviste las lagrimas, tus ojos reflejaban tristeza.

Me alejé de ahí lo más rápido que mis piernas me permitieron, me sentía fatal.

Hace mucho que no volvía a sentir el rechazo, desde que te conocí ya no me sentía rechazado.

Pero, ¿por qué me rechazaste ese día?

¿Por qué fingiste?

Sigo sin poder entender, ¿por qué fingías ser otra persona cuando no estabas conmigo?

Estabas lleno de secretos, más de lo que yo imaginaba.

Ese día entré a mi casa, mis padres ni atención me brindaron.

Estaban al tope de ebrios.

Siempre era lo mismo, ya estaba acostumbrado.

Corrí a mi habitación, ese día no volví a levantarme de mi cama, no tenía ánimos.

Me sentía fatal.

El chico con el que me sentía totalmente seguro, querido e importante había fingido no conocerme.

¿Pensaste en como me sentí?

¿Si quiera pensaste en lo que podías provocar?

Me sentía fatal, muy muy mal.

Sabía que no debía que creerte.

Sabía que no tenía que confiar en ti, en tus palabras bonitas y en tus abrazos.

Sabía que no debía creerte cuando nuestras manos conectaban, entrelazando nuestros dedos, haciendo así que sintiéramos corrientes eléctricas recorrernos por completo.

Oh amor, sabía que de alguna manera te sentías igual que yo.

Pero no debía confiar en eso, sabía que me dejarías.

No podía confiar en nadie, cuando todos los que me rodeaban me habían dañado.

Pero caí rendido ante ti.

My safe place |𝘔𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨|Where stories live. Discover now