La hija de la Muerte

:*Capítulo 11*: "Esperando explicaciones"

Los dos periodos pasaron sin que yo notara que la profesora había estado preguntándome dos veces las respuestas a las reacciones en el pizarrón, en eso apenas había notado el cambio entre Lydia y Ander. Cuando tocó el tercer timbre, Yvette salió y sonrió mientras volteaba hacia mí.

- ¿Te gustan los deportes?- preguntó

- No mucho ¿Por qué?

- Nos toca deportes.- dijo Yvette- Yo los adoro, en especial los que incluyen balones.

Fuimos y nos encontramos con otras trece chicas en el vestidor. Todas debíamos cambiarnos nuestra ropa normal por unos shorts negros, camiseta blanca con bordes negros, medias blancas y zapatos deportivos. Estos se conseguían normalmente en la tienda de la escuela, pero yo tenía mis propias maneras de conseguirlos.

Un silbato sonó fuerte, seguido de una voz de una mujer.

- Tienen exactamente tres minutos más para cambiarse y después las quiero a todas en el salón formadas por tamaños.- y después de decir eso, se escucharon pasos hacia la salida.

- Bueno, nos vemos adentro- dijo Yvette antes de empezar a correr hacia la salida. Y luego de un minuto salí yo.

Cuando todas salieron, empezaron a buscar sus respectivos. Yvette era tan solo un centímetro más alta que yo, pero era menos alta que las otras siete chicas que estaban a su lado derecho, y yo era más alta que otras seis.

-Bien. Este año haremos deportes competitivos, en su mayoría.- dijo la profesora en el centro de la fila.- Así que si alguna tiene algún problema de salud, dígame en este instante, antes de empezar los juegos.

Una chica que estaba a mi izquierda levantó la mano y se adelantó un paso. Ella era pequeña, debía ser una cabeza más pequeña que yo; también tenía pecas debajo de sus ojos y lentes con montura verde; su cabello era de color caramelo claro; y era ligeramente adorable.

-Tengo una muy mala vista.-dijo la chica que se describiría mejor como una niña- No sé si esto afectará en los deportes que haremos.

-En lo absoluto- contestó la profesora.- Pero asegúrate de que al correr no se te caigan. La chica solo asintió y volvió a su lugar.

La profesora explicó las reglas del juego de soccer. Después de explicarnos formó los equipos y empezó el juego. “Casualmente” Yvette y yo estábamos en diferentes equipos y luego de verla jugar contra otro equipo, deseé no estar en su contra. Parecía una experta, se movía con una agilidad única en los pies; sus maniobras evasivas nunca fallaban y sus bloqueos las distraían.

Después me tocó a mi equipo jugar contra los ganadores, los cuales obviamente eran el equipo de Yvette. Fue en el momento en que sonó el silbato que descubrí que no era nada buena con los deportes. Mis pies eran torpes y no lograba ni siquiera marcar a los demás jugadores. En conclusión, apesto para el soccer.

La profesora tocó el silbato, lo cual significaba el final del partido. Como era de esperar, ganó el equipo de Yvette.

- Recojan sus cosas, ya tocará el timbre- dijo la profesora. Alistamos todo unos minutos después tocó el estruendoso timbre. Entonces salimos de la clase  rumbo al patio para encontrarnos con Lydia y Ander.

Todo estaba normal, nos sentamos en el mismo lugar de siempre y empezamos a charlar, pero esta vez llegaron unos chicos y entonces Ander se fue.

- ¿Quiénes eran ellos?- pregunté una vez que Ander se fue con ellos.

- Son unos chicos que Ander conoció en sus clases… extra.-contestó Lydia

- ¿No los conocía antes?