↠37

952 107 8
                                    

Corazón roto.

El rostro de Taehyung demostraba claramente lo increíblemente confundido y dolido que ahora se encontraba.

La confusión se podía notar a simple vista.

Le dolía, carajo que si. No estaba entendiendo lo que en verdad sucedía. Sin embargo, por alguna extraña razón que no aceptaría, sospechaba que esto pronto sucedería, los últimos comportamientos de su novio le dejaban mucho que desear, y sobre todo habían elevado sus inseguridades hasta las nubes.

TAEHYUNG

A lo largo de mi corta vida había experimentado lo que es el desamor, el rechazo, incluso el desprecio. Se podría decir que estaba algo acostumbrado a ello. No había tenido muchas relaciones, solo dos, sin embargo en las dos, era yo quien siempre salía herido. Tal vez fuí muy iluso por pensar que ésta vez sería diferente. Solo, yo solo quería pensar que mi relación con él sería diferente, que mi momento de ser feliz, finalmente había llegado.

Tenía solo catorce años cuando tuve mi primera relación. Iba en secundaria. Recuerdo que mis padres me cambiaron de instituto al igual que a mi hermano, ya que nos habíamos mudado recientemente, y mi anterior escuela quedaba muy lejos ahora.

Yo iba en tercer grado, Jimin en primero, el primer día de clases allí resultó un poco abrumador para mí ya que solía ser muy tímido.

Estaba algo perdido, recibía miradas algo indiscretas por parte de mis nuevos compañeros. Eso de ser el nuevo, y el centro de atención no era lo mío. Un chico de cabello tan negro como la misma noche se acercó a mí, sus ojos eran tan rasgados que incluso dudé sobre su nacionalidad.

—Eres el nuevo, ¿Cierto? —me preguntó a lo que yo tímidamente asentí —Bien, ¿En cuál vas?

Me había preguntado, recuerdo que traté fervientemente de no tartamudear cuando respondí.

—En tercero C.

—Genial, igual yo —sus ojos penetraban los míos haciendo que me pusiera mas nervioso de lo que ya estaba —¿Te parece si vamos? Podemos ser compañeros de banco, ingresé hace un par de semanas y aún nadie se sienta conmigo.

El chico hablaba rápido, no me daba tiempo de procesar sus palabras, por lo que solo asentía.

Seguramente lucía como un tonto, no podía dejar de observar su rostro junto a sus definidas facciones.

—Oh, ¿Puedo saber tu nombre? —preguntó mientras caminábamos hacia el aula.

—Park Taehyung —respondí. Sin apartar mi mirada de la suya.

Choi San. Ese era su nombre.

Conforme el tiempo transcurría eramos cada vez mas cercanos el uno con el otro. El primer día tal y como sani me había dicho, nos sentamos juntos. (El me había permitido decirle de esa manera) sonaba cariñoso según sus palabras.

El era un chico serio, rudo y su solo presencia demandaba seguridad y dominancia a pesar de su corta edad. Sin embargo conmigo era todo lo contrario, siempre dulce, atento, cariñoso y dios. Fue inevitable no desarrollar sentimientos por él.

Fue cuando dos meses habían pasado desde que ingresé, que acepté finalmente que un chico me gustaba, un chico y no una chica como cualquiera esperaría. Me gustaba San.

Tenía tanta pena de confesarle lo que sentía, ya que no sabía si él se lo tomaría a mal o se ofendería. En un par de ocasiones me había comentado de sus salidas con unas compañeras. Por lo que deduje que a él no le gustaban los chicos, y yo no podía arruinar nuestra amistad por mis estúpidos sentimientos de puberto, claro que eso último no lo pensaba en aquel entonces.

Fue hasta que la profesora James, nos asignó juntos la tarea de inglés como trabajo en equipo.

Lo hicimos en su casa, le había pedido permiso a papá a lo que él rápidamente me lo concedió.

Estábamos en medio del trabajo, mis manos no dejaban de sudar, el nerviosismo se reflejaba ante los movimientos toscos de mi pecho al tratar de respirar correctamente.

Yo lo miré disimuladamente mientras fingía poner atención a la tarea. El lo notó y me miró, nuestras miradas estaban conectadas únicamente en los ojos ajenos.

No sabía que decir, ni tampoco quería decir nada, no podía. Él me había pillado mirándole.

—También me gustas Taehyung.

No tuve tiempo de procesar sus palabras porque de un momento a otro él estaba encima de mi, besándome y tocando delicadamente mi cuerpo. Fue la primera vez que sentí aquello. Se sintió demasiado bien.

Al poco tiempo después nos hicimos novios. Sin embargo no podíamos demostrarlo ante los demás y menos en el instituto. Sus padres eran personas homofóbicas.

Fingiendo tener tarea en equipo nos reuníamos en su casa, agradeciendo cuando sus padres no estaban. Todo era perfecto, hasta que en una ocasión nos confiamos y no colocamos pestillo a la puerta, debido a que sus padres no estaban. Nos encontrábamos ambos sin camisa, tirados en su cama y besándonos mientras tocábamos todo lo que nuestras curiosas manos podían llegar a tocar.

La puerta se abrió, todo se vino abajo. Esa fue la última vez que ví a San. No volvió a presentarse en el instituto, lo dieron de baja. Tiempo después según algunos comentarios, se supo que sus padres lo habían mandado con unos tíos a Japón.

Me costó superarlo. Hasta el día de hoy, aún cuando han pasado mas de cinco años, sigo sin saber nada de él. Aunque claro que ya no siento nada al respecto, solo me hubiese gustado poder cerrar aquel ciclo, que nunca supe si verdaderamente tuvo un inicio.


—¿Porqué habríamos de terminar? ¿Qué está mal? —las preguntas de Taehyung resonaban en los oídos de Jungkook.

Ya no había vuelta atrás.

—Debe ser así, escucha...

—¿Porqué Jungkook? ¿Porqué demonios debe ser así? No lo entiendo.

Ahora las lágrimas bajaban por el rostro porcelánico del mayor de los Park.
—Taehyung, debes dejar que te explique.

—¿Qué me vas a explicar? Todo el maldito tiempo me he esforzado por darte lo mejor, te doy mi amor, mi atención, jodidamente todo de mi, y tu simplemente me dejas ahora, no puedo entenderlo —su voz sonaba rota.

El corazón de Jungkook se partía conforme los  segundos transcurrían, él solo quería hacer lo correcto.

—¿Hay alguien mas? —Taehyung le preguntó. Sintió su piel erizarse —maldita sea Jungkook, ¡responde!

—¡Ya no siento lo mismo Tae! —él no quiso gritar, pero lo hizo —maldita sea, sí hay alguien más... ¡Lo lamento joder, lo lamento tanto!

Su mejilla ahora ardía, Taehyung le había abofeteado.

Sus ojos se encontraban cristalizados.

—No seas hipócrita, porque yo sé muy bien que no lo sientes. Eres un hijo de puta —espetó con rabia.

—¿Qué quieres dec...?

—Lárgate de mi maldita casa —Jungkook no quería que las cosas terminasen así. Aunque claro que no había muchas opciones —¡Ahora!

Subo mas tarde el sig. Cap.

Gracias por leer y por sus comentarios. Amo. 💌

Fake Love? - 국민 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora