Capítulo 8: Pequeño Jade y su guqin.

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—Lan Zhan ah Lan Zhan.—chirría Wei Ying mientras camina con su amigo por Cloud Recesses.—¿A dónde vamos hoy?—pregunta cuando Lan Zhan aprieta su mano y lo aleja de la sala de la Orquídea.

Como era de esperar, el dúo fue expulsado por el maestro de Lan Huan cuando querían jugar con él y se les dijo que se preocuparan por su propio tiempo y se comportaran. Lan Qiren inicialmente había planeado supervisar la caligrafía de su sobrino menor, pero con Wei Ying aquí y molestándolo, simplemente no hay posibilidad y el propio Lan Zhan no muestra ningún interés en sus estudios del día. 

Derrotado, Lan Qiren los dejó en sus propios asuntos, pero les recordó el almuerzo y que no se pasearan, sabía que era mejor no meterse entre niños cuando no tenían la intención de estudiar. Si se los deja solos, los niños deciden aprovechar el tiempo y explorar Cloud Recesses tanto como sea posible.

—Jingshi.—es todo lo que Lan Zhan responde y rápidamente tira de Wei Ying con él. Radiante de felicidad, Wei Ying lo sigue a su lado tan rápido como se les permite sin correr y charlar sobre esto y aquello mientras Lan Zhan solo escucha con gran atención. Cuando no tiene nada más de qué hablar, Wei Ying pregunta qué es realmente el Jingshi y quién vive allí.

—La casa del hermano y la mía, será solo mía una vez que el hermano crezca y se mude a Hanshi, donde viven los líderes de la secta.—Responde Lan Zhan después de un momento de vacilación, con los ojos bajos y entristecidos, como si estar separado de su hermano fuera lo peor que le pudo pasar.

Bueno, Wei Ying puede entender eso. A él tampoco le gusta cuando duerme solo por la noche, y la primera noche después de la muerte de sus padres fue la peor porque lo único que podía sentir era frío; frío directamente en sus huesos y filtrándose más profundamente en su alma. 

Había olvidado lo qué era la calidez hasta que Song Lan y Xiao Xingchen lo acogieron y le dieron un techo sobre su cabeza, una cama cálida e incluso comidas más cálidas. Sintió más calidez cuando estuvo apretujado entre ellos la primera vez en la noche con Xiao Xingchen tarareando una canción de cuna distante y Song Lan acariciando suavemente su cabeza hasta que se quedó dormido. Entonces sí, entendió exactamente lo que siente su Lan Zhan. No quiere que su Lan Zhan se separe de su hermano si su hermano es el único que le da esa sensación de calidez.

Con manos suaves, Wei Ying acuna el rostro de su amigo en sus palmas para que se miren a los ojos.—Lan Zhan, no te sentirás solo, ¡estoy aquí!—dice con confianza. Los ojos dorados de Lan Zhan que estaban apagados y ligeramente cristalinos con lágrimas se ensanchan cuando escucha eso. Sin pensarlo, el pequeño Jade tira de Wei Ying en un abrazo y Wei Ying solo se ríe mientras le da palmaditas en la espalda al otro chico.—Lan Zhan, pensé que tu mamá dijo que no te gusta que la gente te toque, pero estás aquí abrazándome.

Lan Zhan se retira a regañadientes y mira al chico brillantemente sonriente con confusión.—Madre y hermano dijeron que puedes hacer eso con tus seres queridos.—dijo lentamente mientras sus pensamientos se articulaban.—¿A... Wei Ying no le gusta eso?

Wei Ying se sorprendió por esto y literalmente se arrojó sobre el chico un poco más alto hasta que ambos cayeron al suelo en una maraña de extremidades.—¡Me gusta! ¡Quiero todos los abrazos de Lan Zhan de hoy, y también de mañana, y de pasado y de pasado! ¡Wei Ying quiere todo lo que Lan Zhan le quiera dar a Wei Ying!—exclama el niño con ojos demasiado brillantes y una sonrisa aún más brillante, tan brillante que Lan Zhan olvidó momentáneamente dónde estában y qué estaban planeando hacer.

Pasan momentos con ambos todavía en el suelo y Wei Ying abrazando la vida del joven Jade, y aunque Lan Zhan no quiere que esto termine, finalmente recuerda que es uno de los herederos de la secta y que hay reglas talladas en la ladera de la montaña sobre este tipo de comportamiento. Entonces, con gran desgana, suavemente le quita un Wei Ying muy enfurruñado y silenciosamente se dirigen hacia el Jingshi.

Frost moon's sunWhere stories live. Discover now