𝙆𝙤𝙞 𝙉𝙤 𝙔𝙤𝙠𝙖𝙣 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

⎩46. Mío⎫

—Minho, te preguntaré de nuevo, ¿me darías la oportunidad de demostrarte que realmente me gustas?

—Por supuesto.

—Entonces, ¿serías mío para siempre?

—No seas tonto, Hyunjin— me reí —Me has tenido a tus pies desde hace tanto tiempo atrás.

Nuestras miradas se encontraron y permanecimos unos instantes mirándonos en silencio con un sentimiento que no podría definir porque me sentía sumamente abrumado; es como si Hyunjin pudiera leer mis más ocultos pensamientos y no me desagrada en lo absoluto, ambos somos demasiado claros.

Me quedé pensando durante unos minutos que no dejaría en libertad a Hyunjin nunca más porque realmente me interesa y no pienso desaprovechar esta oportunidad que se ha presentado para dejar el pasado atrás y comenzar con una nueva vida en la que ambos estaremos involucrados.

Hyunjin se colocó sobre mí y comenzó a desabrochar mi camisa, me la retiró y nos quedamos mirándonos nuevamente en silencio frente a frente, solo contemplándonos y esa sensación extraña me embriagó por completo.

Miré sus ojos, su hermosura y él intentó besarme, pero retiré mi boca porque me sorprendí por la acción que iba a llevar a cabo, sin embargo, me sujetó con fuerza al posar una mano por detrás de mi cabeza y me besó; le correspondí sin pensarlo dos veces y sin darnos cuenta, nos fundimos por completo en abrazos y besos. No podía controlarme y al parecer, él tampoco.

Me retiré pausadamente, me recosté en la cama y el hizo lo mismo.

—Me gustas mucho, Minho.

—También me gustas mucho, Hyunjin.

Parecía un adolescente enamorado puesto que me siento tímido y feliz; el calor de sus labios sobre los míos me hace sentir muy hambriento; pensar en la sensualidad que desborda el pelirrubio me hace sentir excitación y no puedo luchar contra ello; ambos somos adultos, por ende, debemos saber que esta vez no es un simple juego, sino, algo serio de lo que no debemos arrepentirnos porque realmente lo queremos.

Siempre he pensado que el amor duele, es algo bonito, amargo como el limón o dulce como un mango, cuando te encuentras distante de la persona, sientes que morirás y cuando estás cerca, sientes que todo da vueltas a causa de la felicidad y solo quieres estar al lado de esa persona que tanto adoras.

—¿En qué piensas?

—Cada vez que estoy contigo mi corazón se agita, las palmas de mis manos sudan y mis piernas tiemblan— confesé —Y no hay que dejar de lado que me siento como un estúpido porque solo quiero estar riendo a causa de que me siento feliz a tu lado.

—Me alegra escuchar eso porque siento lo mismo— admitió.

—¿En serio? — me giré hacia él.

—En serio.

—¿Existe un amor prohibido?

—Minho, no hay amor sucio ni malo, ni mucho menos prohibido, amor es amor.

—Tienes razón— me sentí más relajado. —Debo confesar que tenía miedo de aceptar mis sentimientos hacia a ti porque mi madre siempre me estaba recordando que no debía ser un asqueroso homosexual, pero no me interesa lo que ella piense si estás a mi lado.

—Siempre estaré a tu lado— me aseguró.

—Por cierto, ¿Chan y Jeongin son...?

Hyunjin no me permitió continuar hablando, me besó con fuerza, con necesidad y deseo, como si quisiera fundirnos en uno mismo y eso me sorprendió, sin embargo, no separé mis labios; el pelirrubio me rodeó con sus brazos y me apretó contra su cuerpo. Lo hicimos durante mucho tiempo, nos miramos y ambos sonreímos como dos tontos enamorados, traté de desvestirlo torpemente a causa de los nervios, sin embargo, el me ayudó y fue mucho más fácil para ambos.