𝙆𝙤𝙞 𝙉𝙤 𝙔𝙤𝙠𝙖𝙣 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

⎩4. Pánico⎫

El chofer abrió la puerta y me bajé rápidamente. Miré hacia el hombre y dije—: Te llamaré cuando salga de esas estúpidas tutorías.

—Como ordene, amo Lee. 

Extendí los brazos para darle libre acceso al chofer para que me coloque el saco oscuro que porta el logo de la universidad en una parte sumamente visible; el uniforme consiste en camisa blanca de botones, saco, pantalón, corbata y chaleco color negro y los tenis que tu decidas utilizar dado que es la única libertad que tenemos. 

El hombre acomodó mi corbata y asintió para dejarme en claro que ha terminado de darme los últimos retoques, después me aseguré de que mi cabello se encuentre perfectamente peinado hacia atrás y tomé mi mochila para comenzar mi camino hacia el interior del elegante edificio cubierto de ventanales.

Caminé a paso seguro por el largo pasillo que se encuentra cubierto de fotografías donde se muestran las familias adineradas donando dinero para el programa "Ayudando a un amigo". No cabe duda de que es una manera eficiente para evitar que el gobierno les rebaje un porcentaje del dinero que ganan las grandes empresas del país pues las obras de caridad siempre serán bien vistas y aplaudidas por todos cuando realmente se tienen dobles intenciones bien ocultas.

Un grupo de becados se hizo a un lado para dejarme el espacio libre y así evitar tener contacto físico con alguno de ellos; he logrado ocultar a la perfección el hecho de que detesto a los becados puesto que mi madre es una de las personas que les encanta darle dinero y estudio a los de bajos recursos, así que, debo fingir en todo momento que todos somos iguales y valemos lo mismo cuando realmente no es así.

La mayoría de los estudiantes no se acerca a mí puesto que no considero importante tener amistades que tarde, o temprano podrían traicionarme. Un tiempo atrás tuve unas amistades que solamente me usaron para llegar a la cima y después me dejaron a un lado como si nunca hubiésemos sido amigos. Es por eso que elegí ser sumamente cuidadoso con la selección de mis amistades ya que no quiero cometer el mismo error dos veces.

Felix se acercó a mí mientras mostraba una radiante sonrisa de oreja a oreja. —¡Minho! ¿Cómo estás?

Me abstuve de rodar los ojos puesto que no me interesa tener una amistad con ese chiquillo de bajo recursos, pero por el bien de la apuesta debo soportar tener a los becados a mi alrededor.

—Muy bien, ¿y tú?

—¡Estoy muy feliz puesto que esta tarde pasaremos a las actividades del concurso!

Sonreí de lado. Obviamente me encuentro eufórico porque esta tarde daré mi primer movimiento para acercarme al chico de cabello rosa que será mío.

—¿Quieres ganar ese concurso? — pregunté tras tomar asiento en mi lugar habitual.

—¡Claro! — chilló —A ti no te gusta, ¿verdad?

—No— respondí tras dejar mi mochila sobre la mesa —. Espero que seas el ganador— mentí. —Tienes mucho potencial.

—¿En serio?

—Claro.

La mayor parte de mi vida he fingido. Es sumamente extraño que alguna vez muestre lo que realmente deseo porque tengo miedo de ser lastimado nuevamente por lo que me volví manipulador y egoísta ya que creí que eso me ayudaría a salir intacto de cualquier problemática que pueda presentarse y hasta ahora me ha dado excelentes resultados.

En el pasado era un chico adorado por todos mis compañeros de bachillerato puesto que era un objetivo fácil a la vista de cualquier persona; siempre me utilizaban para sacar beneficios dado que mi familia tiene mucho dinero y después me dejaban a un lado y se burlaban de mí por lo estúpido que era. Todo empeoró cuando mi padre se separó de mi madre porque ya no había amor entre ellos y era más bien una obligación por lo que decidieron firmar el divorcio, pero nunca se acordaron de que tenían un hijo en común y la única manera de hacerme feliz —según ellos—, fue dándome todo el dinero posible con tal de mantenerme alejado de ellos y en silencio.