Capítulo 27 Lo mismo

581 59 1
                                    


Erick

Seis horas habían pasado desde que Zabdiel y yo llegamos al hospital donde Joel permanecía inconsciente, seis insoportables y eternas horas. No habíamos podido pasar a verlo, estaba en una sala de cuidado intensivo y no permitían acompañantes. Mi nivel de desesperación superaba cualquier estado de ánimo que alguna vez tuve y las uñas ya habían desaparecido de mis dedos de tanto comerlas. Una sola vez vino una enfermera a decir que no había cambios en su condición y yo quería romper todos los ventanales de ese horrible lugar, Joel estaba muriendo ahí adentro y yo solo podía llorar y morder mis dedos sangrantes.

-¿Te puedes sentar ya? -Zabdiel trataba de dormir en una de las bancas de la sala de espera pero yo no podía permanecer tranquilo.

-No me pidas eso, no puedo.

-Tienes que calmarte, vas a abrir una zanja en el piso si sigues dando vueltas.

-No me importa el puto piso, me importa Joel y se está muriendo ahí adentro.

-Si...veo que ahora te importa Joel. -Algo en su tono de voz me hizo levantar la cabeza con intriga, no me gustaba la forma en que me habló.

-¿Qué pasa?

-No pasa nada. -Resopló acomodando su cuerpo en ese banco pero era mi hermano y sabía que estaba ocultando algo.

-¿Zabdiel... qué pasa?

-Nada Erick...pasa que Joel está ahí sin despertar y tú pareces ser el más afectado cuando hace dos días querías que se muriera. -Toda mi piel se eriza y la sangre se congela en mis venas, él nunca me ha hablado así y me hace sentir horrible.

-Zab...sabes que...sabes que no es verdad.

-¿No lo es? ¿No lo es? Ayer mismo estabas gritando que querías que se muriera.

-Yo no...no quier...

-¿Sabes qué? No quiero pelear contigo Erick, no es momento pero por favor cállate porque te he soportado todas estas horas pero ya no aguanto. Eres mi mejor amigo, mi hermanito y entiendo que estás dolido pero el que necesita ahora un milagro, es Joel.

-Zab...

-No Erick...basta ya. Si esto es mucho para tí, ve a descansar a la Universidad, ve, duerme.

-No Zabdiel, no voy a irme de aquí.

-¿Por qué viniste en primer lugar?

-Porque Joel...

-Porque tienes cargo de consciencia. -Cortó mi explicación dejándome sin palabras. Ya no estaba siendo rudo, más bien parecía cansado pero me había dolido tanto que creyera eso de mí.

-Yo amo a Joel, Zab. Estoy enamorado de él. -Admití después de un silencio eterno, un silencio que había sido incómodo para los dos pero no pude evitar decirlo, era la realidad.

-Se que lo amas pero fuiste increíblemente duro con él. -No es un reproche, más bien luce como si le pesara y eso me parece triste.

-Zabdiel, tú mejor que nadie sabes lo que se siente encontrar a la persona que amas con otra. -El solo hecho de recordar ese momento, hace que las bilis se acumulen en mi garganta y quiera vomitar.

-Yo se eso pero...

-¿Pero? -Desde la tarde él ha querido decir algo, recuerdo que en la habitación hizo un comentario similar y no lo terminó, creí que era idea mía pero al parecer, no estoy equivocado.

-Nada...olvídalo.

-Zabdiel, deja de esquivarme. ¿Qué es lo que no me estás contando?

-Nada.

-¡Habla de una vez, maldita sea! -Mi paciencia está colapsada, demasiadas horas en el suspenso de no saber como está Joel, demasiado tiempo frustrado.

-No grites, estamos en un hospital.

-No me importa, dime que está pasando.

-Erick, ya basta. -Él luce agotado, se que lo de Joel le afecta mucho, se han vuelto increíblemente buenos amigos y yo estaba feliz por eso pero también es mi mejor amigo y necesito que me diga.

-Zab...¿Qué pasa? ¿Por qué siento que me ocultas algo?

-No te oculto nada, solo me omito la información que no me corresponde decir. -Mi pecho se contrajo por millónesima vez en las últimas horas, en lugar de aliviarme, solo empeora mi estado y quiero llorar.

-Zab...

-Erick...por favor, trata de relajarte. Mira, se que estamos nerviosos, esto...esto es algo que no esperábamos y nos tiene sin actuar bien pero de nada vale que ahora nos pongamos a discutir o a pelear. Discúlpame por como te traté antes, lo siento, de verdad pero tengo miedo por Joel, se que va a salir de esto pero estoy acojonado, Erick. Te pido que no me preguntes de más, yo no quiero que sufras y se que te traté mal hace un rato pero realmente las cosas no son como crees.

-Zab...¿Es sobre él con esa chica?

-Si.

-¿Él... él está con ella?

-No. -Es tajante, cortante y se que se enojó pero su mirada me dice que no pregunte más.

-¿No me dirás lo que pasa?

-No...cuando Joel despierte, si quiere hablar o contar algo, entonces lo hará. Yo le prometí que no iba a meterme entre ustedes y eso cumpliré. -Cada cosa que dice, es más difícil de entender que la anterior y me hace un caos dentro de mi cabeza.

-No te entiendo.

-No tienes que entender, tú tomaste una decisión, él también.

-Yo no tomé una decisión, él lo hizo, él tenía a alguien más, yo solo...yo solamente...

-Te entiendo, se lo que viste o lo que crees que viste pero tú elegiste no dejarlo explicar. Él decidió no hacerte más daño y ahora ya no hay nada que hacer. Cuando él salga de esto, si siente que lo necesita, entonces tal vez te hable. Se que lo amas, te conozco y he vivido toda su relación de cerca, se que estás enamorado o no estarías aquí pero el resto no me corresponde aclararlo. Ahora, tratemos de descansar aunque sea un poco, ha sido un día horrible y aún nos quedan horas antes de que vuelva a ser posible un nuevo parte médico en el estado de Joel.

-Me dejas peor ahora, siento como que todo esto es mi culpa pero está bien, estoy también agotado.

-Si...lo se.

-¿Él va a ponerse bien? -Después de muchos minutos de silencio, decidí preguntar, yo me encontraba acurrucado sobre el banco frío al lado de mi amigo. Mi cuerpo se sentía pesado, como si me hubiesen dado una golpiza atroz, como la que había recibido Joel, mi Joel, mi angelito.

-Claro que si, es fuerte y lo están atendiendo, va a estar bien.

-Gracias Zab, por estar aquí.

-Es por él, lo merece.

-Lo se...

-Lo que no merece es lo que le hicieron pero se que se encontrará a los culpables y van a ir a la cárcel. Ahora descansemos, mañana hay que estar en forma para la espera. Descansa Er, verás que todo va a pasar.

-Descansa.

Dije por última vez con un nudo en mi garganta, tenía tanto miedo de que Joel no pudiera superarlo, tanto temor a perderlo. Esa noche no dormí, tampoco las tres que le siguieron sin noticias nuevas de Joel. El tiempo pasó y solo trajo angustia y dolor pero tenía que aguantar, él seguía luchando por su vida, yo tenía que hacer lo mismo.

Algo nuevo II JoerickWhere stories live. Discover now