Capítulo 32. Tres

849 56 3
                                    


Joel

-No creo, una sola vez no hará la diferencia.

-Entonces no.

-No, mejor quedémonos aquí, extrañaba tenerte así.

-También yo extrañaba verte sobre mí, así todo sensual. Lamento haber durado tan poco pero es que entre las ganas que te tenía, el tiempo que estuvimos sin hacerlo y lo bien que te mueves, bebé...

-Joey...no digas eso que me da vergüenza.

-Pero es cierto, ni cinco minutos duré. ¡Qué vergüenza!

-No seas bobo.

-No lo soy, es solo la verdad. Bebé, tú eres magnífico encima de mí, en realidad eres magnífico siempre pero cuando te mueves así bebé, cuando puedo ver en tu rostro el placer...eso no tiene comparación.

-¡Joey! -Es hermoso cuando se sonroja y esconde su carita detrás de sus manos, luce jodidamente adorable, con su cuerpo desnudo y calentito y sus cabellos revueltos.

-Te amo mucho mi niño, gracias por estar aquí. -Mi tono es solemne, realmente quiero que le quede grabado lo que siento por él.

-Te amo igual, Joey, te amo mucho.

-Entonces...un bebé. ¿Qué loco eh? -Hablo después de un rato, en la mañana temprano corrí a la farmacia más cercana a comprar test de embarazo. Se hizo tres y todos dieron positivo, después de llorar como dos idiotas, nos acurrucamos juntos con pereza y el corazón llenito.

-Si...no voy a mentir, me aterra, es algo completamente inesperado y me da miedo pero ahora que lo se, siento como que es lo correcto. No se como explicarlo, no se que dirán mis papás o como reaccionarán pero hay algo dentro de mí que me da tranquilidad, como si fuese lo que necesitaba.

-Lo es bebé, lo es. Se que pudo evitarse, que nos descuidamos pero todo sucede por algo, si Dios lo puso en nuestro camino, es porque así estaba destinado a pasar.

-Yo también creo eso, se que estamos aún jóvenes, que nos esforzamos por sacar una carrera adelante y esto definitivamente nos va a cambiar la vida pero... está bien, seremos una pequeña familia. -Ver sus ojitos brillando no tiene comparación con nada, es lo más bonito del mundo y soy bendecido porque es mío.

-Eso lo veremos en el camino, por lo pronto vamos a enfocarnos en tí y en el bebé, ir al médico, atenderte como corresponde y seguir nuestras clases. Ya cuando la panza te pese mucho, entonces buscamos un lugar donde vivir y yo trabajaré para sacarnos adelante.

-Eso me da un poco de miedo porque...

-No tengas miedo, va a estar todo bien y vamos a salir adelante. Tengo mis ahorros, mi familia no es la mejor pero el dinero nunca fue un problema, así que ni pienses en eso, tú solo tienes que ser lindo y cuidar a mi bebé. -Acaricié au pancita inexistente y besé suave sus labios, amaba sentir como se estremecía encima de mí.

-No quiero que dejes de cumplir tus sueños por esto.

-No lo haré pero tienes que saber, Erick, que tú y ese pequeño que va en tu interior, son mi prioridad y no va a cambiar.

-Pero...

-Nada, tú y nuestro hijo son lo que más me importa.

-Está bien, entiendo y admiro mucho que pienses así, Joey. La verdad es que me da mucha tranquilidad, no se que haría si no estuvieras conmigo en esto.

-Bebé, no seas bobo, obvio que estaré. Esto es algo de ambos, es una cuestión de dos.

-Una pequeñita familia. Te amo mi amor, gracias por hacerme feliz. -Él se acurruca en mi pecho como un pequeño niño, apretadito y calentito.

-Nuestra pequeña familia.

Ambos sonreimos y quedamos en silencio, un silencio que era grato y emocional, como si estuviéramos analizando lentamente el cambio abrupto que dió nuestra vida pero un cambio que a fin de cuentas iba a ser para hacernos felices. Ser padres iba a ser sin duda alguna, la mayor experiencia de nuestras vidas, una experiencia llena de cosas nuevas y obviamente de situaciones desconocidas pero que estaba más que dispuesto a enfrentar.

Erick se quedó dormido encima de mí, su respiración era calmada, tranquila y yo sabía que la conversación que tuvimos influyó mucho en eso. Yo me sentía igual, tal vez estaba en pleno desconocimiento de lo que es ser padre pero solo de pensar que mi bebé cargaba una pequeña parte de mí en su interior, me daba todas la fuerzas necesarias para salir a comerme el mundo por él, por ellos y estaba seguro de que iba a ser todo lo que no fue mi propio padre, iba a encargarme de que mi hijo sintiera cada día todo el amor y cuidado que yo no experimenté jamás.

Los minutos pasaban y mi pequeño seguía en su estado de inconsciencia, estaba agotado y además el embarazo lo debilitaba, había pasado por un período feo y su cuerpo lo estaba sintiendo pero ahora yo estaba aquí para cuidarlo y acompañarlo en su día a día, para hacer cada cosa por él y dejar que fuera feliz. Amaba tanto a Erick que a veces me parecía como que hubiese sido así toda la vida, como si siempre hubiese estado presente en mí corazón y era gracioso porque antes de él, jamás pasó por mi mente que en algún momento iba a sentir atracción por un chico, mucho menos enamorarme y mucho menos aún...estar en el proceso de convertirme en padre.

-Un bebé.

Susurré para mí mismo y me acomodé para volver a dormir también, la tranquilidad de su respiración, me daba mucha paz. Hizo un sonidito gracioso, una especie de suspiro con alguna palabra que no se alcanzó a formar y sonreí como idiota, era muy bonito verlo dormido. Cerré los ojos para rendirme al sueño, sintiendo como todas las piezas encajaban perfectamente en nuestra relación, en nuestra vida. Yo lo amaba con locura, mucho más allá de lo que imaginaba y sabía que el sentimiento era recíproco, eso me hacía feliz y era todo lo que necesitaba para respirar tranquilo.

El sueño me fue venciendo y sentí lo pesado de mis párpados, el agotamiento se apoderó de mí y me hizo quedar inmóvil en esa cama, con su cuerpo encima, calentito y delicado. Un pensamiento se cruzó por mi mente justo antes de caer, el pensamiento de saber que debía proteger con mi vida a mi pequeño y a nuestro bebé, como si un instinto nuevo se hubiese presentado en mí para enseñarme que antes de mi propio ser, estaban ellos dos en mi vida y eso me hacía feliz. Podía dormir tranquilo sabiendo que lo único que me importaba, estaba conmigo en esta cama.

Algo nuevo II JoerickWhere stories live. Discover now