Capitulo 18

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Félix gruñó por lo bajo cuando vio la puerta de su celda abierta, miró a todos lados, intentando encontrar al que estaba detrás de todo esto, si era una trampa o de verdad la seguridad en aquella prisión era todo un desastre

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Félix gruñó por lo bajo cuando vio la puerta de su celda abierta, miró a todos lados, intentando encontrar al que estaba detrás de todo esto, si era una trampa o de verdad la seguridad en aquella prisión era todo un desastre.

Se acercó hasta la entrada, sacando la cabeza y tratando de encontrar algo que le dijera que todo eso era un mal plan. Y sí eso era plan de sus amigos, definitivamente no sabían lo que era ser discretos.

De pronto, vio como varios policías, como los que lo habían llevado a ese lugar, se acercaban hasta su celda para rodearlo con armas, exigiendole volver a su celda, Félix alzo sus manos al aire para darles a entender que él no había hecho nada.

—Vuelve allá adentro— exclamó uno de los policías, apuntando con su arma hacía el Alfa.

—Ya, estoy adentro no he ido a ningún lado— se quejó el mayor, odiaba que pensaran que era alguna clase de fugitivo.

—¿Por qué tu celda está abierta?— preguntó otro de ellos.

—No lo sé, se abrió sola—dijo divertido y alzándose de hombros.

Mark, quien veía todo desde su celda, supo que algo andaba mal con aquellos policías y que sí realmente eran inteligentes, no llegarían en grupo para molestar a un prisionero. Sonrió divertido ante la situación y actuó con rapidez.

De un fuerte movimiento, metió ambas manos por los barrotes de la ventana de su puerta, envolvió el cuello de uno de los policías y lo apegó a la puerta de su celda con fuerza, casi ahorcandolo con potencia.

El policía quiso luchar y defenderse, pero lo único que logró fue hacer que el Alfa tuviera mayor acceso a su arma, así que aprovechó y tomó aquella arma disparandola hacía el sistema de seguridad, provocando que el sistema fallará y todas las celdas de la prisión se abrieran.

El Alfa mayor se impulsó de la barra de arriba de su puerta, colgándose de ella e impulsándose de ella para patear a dos policías, quitándolos de su camino.

Mark corrió, tratando de esquivar a los policías que estaban en su camino, golpeándolos y atacándolos con sus propias armas.

Saltó desde la segunda planta de su celda hasta caer en la primera, donde yacían un montón de Alfas peleando a muerte con los policías.

—Ese hijo de puta va escapar— gruñó Félix, empujó a los hombres frente a él, quitándoles sus armas y electrocutándolos con ellas mismas. Corrió por los pasillos hasta bajar las escaleras, viendo como en la prisión se había vuelto un desastre — mierda ¿qué clase de broma es esta?

Sintió un fuerte golpe en su espalda y se volteó para comenzar a defenderse, golpeando al chico frente a él en el rostro un par de veces, sintió que estaba teniendo suficiente, porque si algo le molestaba era tener que pelear, Félix nunca había sido un Alfa de peleas cuerpo a cuerpo. Así que definitivamente su paciencia había llegado a un límite.

Rápidos y ¿Enamorados? || LixbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora