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El salto acababa de terminar, dejando ante los jugadores del Earth Eleven la imagen de un planeta marrón que era recorrido en su superficie por largos ríos de lava.

Pronto, el Orion Express aterrizó en la estación de aquel nuevo planeta y los jugadores se dirigieron a la puerta del tren para poder salir al exterior. Para su desagradable sorpresa, cuando las puertas del tren fueron abiertas, una abrasadora ola de calor asaltó a los jóvenes jugadores

Que calor -dijo Buddy saliendo del tren y estirando el cuello de su chaqueta-

Como puede hacer tanto calor -comentó Frank comenzando ya a sudar-

Aquí solo se mueve aire caliente -dijo la gimnasta, quien acababa de salir del tren con un abanico en la mano-

Por el fútbol, no soporto estos niveles de calor -dijo la rubia, quien nada mas sentir el calor de aquel planeta, corrió de vuelta a su habitación, cambiando su camiseta por un top corto y atando la chaqueta del equipo a su cintura-

Zippy, tus gafas están empañadas -dijo la pequeña peliverde al defensa-

Y así era, el calor en forma de vapor que desprendía el suelo de aquel planeta hacía que las gafas del de cabellos lilas quedasen totalmente empañadas y que el velocista comenzase a reír a carcajada limpia por aquel detalle.

Es la prueba de la elevada temperatura de este planeta -comenzó a hablar el defensa- No es solo el sol de Magmavis, si no también por el magma y su energía geotérmica.

Es decir, que el planeta es puro calor -dijo el virtuoso-

Exacto -habló entonces Meteo- Esa es precisamente la razón de que a Magmavis se le llame el planeta de fuego. Bienvenidos a Magmavis.

Pues yo no aguanto mas con este calor -dijo la rubia, quien había recogido su pelo en un moño alto dejándose caer contra la espalda del velocista- Me derrito

Tranquila, sobrevivirás -dijo el velocista burlón mientras se giraba velozmente y cargaba a la rubia sobre su hombro-

Falco Flashman! Bájame ahora mismo si no quieres que acabe con tu miserable existencia! -dijo la chica pataleando-

Venga, a quien le apetece salir a dar un paseo -dijo Falco, claramente divertido por la situación, echando a correr hacia la salida de la estación-

Vaya par de críos.... -dijo Riccardo negando  con la cabeza, mas con una sonrisa en sus labios- Víctor, te veo muy tranquilo para ser tu, no estas celoso? -preguntó a su amigo- 

No, debería? -respondió el impostor seca y seriamente-

No, supongo que no -dijo el virtuoso totalmente sorprendido y confuso por la actuación del contrario-

Falco no tiene gracia! -protestaba la rubia, mas no podía hacer nada sin que ambos acabasen de bruces en el suelo-

No te quejes, encima de que te cargo -dijo el de la mecha burlón-

Bien podías llevarme a caballito, se me sube la sangre a la cabeza -dijo la rubia a modo de protesta pero también como petición-

Bueno... Vale, te llevo a caballito -dijo el velocista dejándola en el suelo-

La rubia sonrió triunfante y enseguida se subió a la espalda del velocista, quien ya estaba esperando para sujetar sus muslos y que así no se cayese. 

A Víctor no le importa que te esté cargando yo? -preguntó el velocista mientras se ponía derecho y comenzaba a caminar- No es precisamente el menos celoso

Bienvenida al RaimonUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum