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La mañana llegó como una exhalación para los jugadores del Earth Eleven, quienes seguían con aquella especie de preocupación por los jugadores de Fertilia, todavía se preguntaban si alguno moriría en aquel partido y amarga sería la respuesta al descubrirla.

La rubia había pasado la noche en la habitación del virtuoso, despertando abrazada a el, aún con el malestar en su pecho provocado por la incertidumbre que rodeaba todo lo relacionado al estado de su novio.

Buenos días rubia, como estás? -le preguntó el virtuoso acariciando su cabeza-

Mejor -mintió la rubia, pues no quería preocuparle teniendo partido en unas horas-

Me alegro, Alice -le respondió con una sonrisa-

Ambos chicos se levantaron de la cama para vestirse, el virtuoso en su cuarto y la rubia yendo al suyo para poder ponerse el uniforme.

Cuando ambos estuvieron listos, fueron al comedor, donde ya se encontraban el resto de miembros del Earth Eleven desayunando. La rubia tomó asiento entre el impostor y el velocista, mientras que el virtuoso se sentaba entre el capitán y el portero titular.

Para sorpresa de la rubia, el impostor pasó un brazo por sus hombros y dejó un beso en su cabeza con expresión seria.

Buenos días Alice -dijo el falso Víctor tratando de no sonar muy frío-

Buenos día, Vic -dijo la de ojos azules con una leve sonrisa-

El pelicenizo, quien observaba la escena atento, cada vez se daba mas cuenta de que algo extraño ocurría con su amigo, pues aquello había sido muy forzado y el bien sabía que Víctor no era así; pero no dijo nada, pues había prometido no preguntar hasta que la rubia le dijese la verdad.

Cuando terminaron de desayunar, un desayuno que pasó en silencio en su mayoría, pues nadie tenía realmente ganas de hablar; los jugadores cogieron sus bolsas y pusieron rumbo al estadio, pues ya solo quedaba una hora para el comienzo del encuentro.

Tras llegar al estadio, los jugadores acudieron a los vestuarios para cambiarse y finalmente reunirse en el banquillo para comenzar a calentar. Por precaución, como llevaba haciendo desde que el impostor había aparecido, la rubia también se puso el uniforme, dejando solo la chaqueta por encima de este.

Cuando llegaron al banquillo, el equipo de Fertilia ya se encontraba también en este y, para sorpresa de los terrestres, los jugadores de Fertilia también tenían jugadores de apoyo.

Parece que hay alguien que esta haciendo lo imposible porque no lleguemos a la final -dijo la rubia suspirando-

Probablemente los dirigentes del planeta desde donde han estado mandando los refuerzos -dijo el virtuoso observando a los dos refuerzos-

Sospecho que es Falam Orbius, el planeta que comenzó todo esto por estar bajo la amenaza del agujero negro -explicó la rubia a sus compañeros- Aunque no entiendo porque somos tan peligrosos como para tratar de eliminarnos desde el principio

Quien sabe, quizás lo descubramos cuando nos enfrentemos a ellos -dijo el portero de cabellos blancos encogiéndose de hombros y poniendo los brazos tras su cabeza-

Lo que está claro es que no sirve de nada preocuparse por ello -habló la directora técnica cruzándose- Comenzad los estiramientos

Si! exclamaron todos ante la orden dada-

Mientras los chicos estiraban, se comenzó a escuchar la conversación de los dos apoyos.

Ahora que los hermanos Baran están aquí la victoria ya es segura -dijo el de cabellos blancos- Por lo tanto, podéis estar tranquilos

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