YOU, another YOU & ME - JinTae [Omegaverse]

❖01❖

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—¡No! ¡No soy ningún estúpido! —alzó la voz el omega, en mitad de la tienda departamental de ropa. —¿Tengo cara de estúpido acaso?

—Cariño, la culpa no es de la vendedora —le susurró amablemente su alfa, intentando contenerlo.

—¡Déjame, alfa! —respondió sin quitar su ceño fruncido, ni bajar el tono. La gente a su alrededor se cuestionaba si realmente ese chico de dulce aroma era un omega, o no; y por qué se dirigía de esa manera a su alfa —No intentes callarme... ¡Y tú! — se refirió a la angustiada vendedora tras el mostrador. —Quiero hablar con tu supervisor... ¡No, mejor con tu jefe! —exigió, sin querer dar su brazo a torcer.

—Bebé, ya... —si había algo que le sobraba al tranquilo alfa, era paciencia. Kim Seokjin podía parecer un pelele para sus amigos, quienes lo molestaban por ser un dominado por su omega, pero ellos no sabían nada de nada. Además, Taehyung era su pareja destinada, y contra eso, no podía luchar, sólo buscarle el lado bueno. —Si quieres, podemos ir a otra tienda.

—¿Y dejar pasar esta humillación? —se ofendió Taehyung, resoplando y haciendo bailar su flequillo pelirrojo. —De ninguna manera. ¿Creen que por ser un omega no tengo voz, y no voy a quejarme cuando una vendedora haga un comentario tan alfacentrista?... ¡Pues, no! ¡Yo no me voy a quedar callado! – gritó más, y la chica tomó su teléfono, tecleando rápidamente para llamar a su superior. La muchacha nunca imaginó el lío en el que se metería, por hablar de más.

—Lobito, debes entender que la mayoría de las personas tienen ese pensamiento instaurado en sus mentes... —trató de mediar. —Y cuando ven una pareja como nosotros, les causa curiosidad.

—Pero, ¿por qué demonios tendría que pedir tu autorización para comprar un maldito pantalón? —continuó despotricando. —Lo voy a usar yo, no tú, ni ella... ¿Y qué si mi trasero resalta? —pasó las manos por el área mencionada. —¡Esa es la idea! No es mi culpa que ella parezca una tabla y se muera de envidia —le lanzó una mirada letal a la vendedora, que se mordió el labio para no responder a sus provocaciones.

—Sólo fue un comentario sin mala intención, cariño —insistió Seokjin, acunando su rostro berrinchudo, para que lo mirara a los ojos. —Sabes que causas celos de las otras omegas que no pueden verse como tu —le susurró, robándole una sonrisa, a pesar de su molestia.

—Bien, no voy a destruirla —cedió finalmente. —Pero, no me iré con las manos vacías —volteó nuevamente hacia la chica. —¿Dónde encuentro el libro de reclamos?

—En el tercer piso, en el área de atención al cliente —respondió, agradeciendo internamente que ya se marcharan.

—Ya memoricé tu nombre —entrecerró los ojos hacia ella, volteando con violencia luego, para dirigirse a las escaleras mecánicas en grandes zancadas.

Seokjin por poco suspiró de alivio, al ver a su omega desistir de sus intenciones, conformándose con llenar dos hojas completas del libro de reclamos, exponiendo las razones por las cuales los vendedores deberían reservarse cualquier tipo de opinión, mucho más, si nadie se las pidió, además de sugerir que se actualizaran en sus políticas, para tratar a los omegas igual que a los alfas, y no denigrarlos ni menospreciarlos, sólo por su casta.

—¿Quieres una copa de helado, mi vida? —preguntó Seokjin, al percatarse que el pelirrojo continuaba de mal humor.

—Hmm... —tarareó en respuesta.

—¿Quieres que cargue las bolsas por ti? —ofreció amablemente, pero Taehyung volteó a mirarlo, molesto.

—¿Tan incompetente te parezco? —soltó, airado. —Yo puedo con ellas.