YOU, another YOU & ME - JinTae [Omegaverse]

❖05❖

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Taehyung gruñó, enojado, apagando el televisor con rabia.

—Pura mierda —se quejó, asqueado con la oposición a que los omegas salieran a marchar por las calles, exigiendo lo que él consideraba algo tan básico como seguridad y protección para su casta.

—¿De todos modos saldremos este martes? —preguntó Hoseok, quien se había pasado a visitarlo ese día.

—Por supuesto, no podemos dejarnos de un par de políticos corruptos —masculló, dejándose caer a su lado en el sofá.

—Estoy seguro que van a echarnos a la poli —dijo, algo temeroso.

—Y que saquen a sus perros a la calle, no me importa —la determinación llameaba en sus ojos. —Ya estoy harto de que nos traten como mierda, que nos callen y nos hagan sentir culpables por las cosas que los alfas hacen.

—Tae... —Jung lo miró con curiosidad. —Sé que, hace un tiempo mencionaste algo, pero... nunca he terminado de entender qué es lo que te pasó... ya sabes, de niño —preguntó, temiendo ser inoportuno.

—¿Quieres que te cuente mi triste historia? —rio, sin humor. —Lo siento, no me gusta hablar de eso.

—Lo sé y lo entiendo, pero... guardarse esos recuerdos amargos, sólo te hará daño —aconsejó. —A veces, es mejor sacarlo, para poder superarlo.

—¿Te crees psicólogo? —Hoseok resopló. El chico había estado insoportable esas tres semanas, y ni con él relajaba su postura defensiva.

—Soy tu amigo, Taehyung —le recordó. —Soy de tu casta, sufro las mismas cosas que tú.

El pelirrojo tomó un profundo suspiro, tirando su pelo para atrás, tratando de regular su mal genio. Ni siquiera él se soportaba y no entendía porqué todo parecía enojarlo tan fácilmente. Sabía que su carácter era horrible, pero se estaba pasando.

—Sí, perdón —murmuró, mirándolo con algo de culpa en sus ojos marrones. —No sé qué me pasa últimamente.

—Tranquilo —le acarició un brazo. —No pasa nada.

—¿Realmente quieres saber mi historia? —dudó. El castaño asintió, esperando pacientemente a que Taehyung iniciara su relato. —Bien... sabes que tengo muchos hermanos, creo que eso sí te lo conté —Hoseok volvió a asentir. —Yo y mis hermanos, sumamos veinte en total... ¿sabes lo que es para una omega tener veinte hijos? —preguntó retóricamente. Soltó un bufido. —El infierno... —centró su vista en sus pies, porque no deseaba ver los ojos cargados de lástima de su amigo. —A mi madre la casaron muy joven, no lo sé... trece o catorce años... ya estaba presentada y mis abuelos decidieron que estaba lista para el matrimonio, aunque todavía fuera una niña... Mi padre, ese alfa desagradable, tenía veintitantos... casi llegando a los treinta —dijo con desprecio. —Siempre fue un animal con ella, la trataba como su sirvienta, la golpeaba cada vez que llegaba borracho a casa y con el olor de otras omegas —relató, sintiendo sus ojos picar de rabia y frustración. —No sé cómo mi madre aguantó tanta mierda... yo me hubiera suicidado en su lugar...

Tomó una pausa, tratando de controlar sus emociones.

—Yo, por ser el tercer hijo nacido, también fui tratado por mi padre, como lo hacía con mi madre —continuó. —Mis hermanos mayores eran alfas, y siguieron sus pasos, haciéndolo sentir orgulloso por inculcarles su personalidad animal y sus costumbres despreciables... crio a dos monstruos, que de seguro también golpean a sus omegas... —Taehyung negó con su cabeza, lamentándolo por ellos. —Tuve que crecer viendo cómo mi padre era un bestia con mi madre, y cómo la forzaba a tener cachorro tras cachorro, porque él tenía la firme convicción de que así es como los alfas deben ser... y tener muchos hijos, lo convertía en un alfa poderoso, o no sé qué mierda... estaba enfermo —farfulló. —Fui el único apoyo para mi madre, le ayudé tanto como pude, con mis hermanos pequeños, con la casa y, cuando el alfa le destrozaba la cara a puñetazos... curé sus heridas tantas veces... que... yo... —el llanto le cerró la garganta, quebrándole la voz. Hoseok automáticamente ofreció sus brazos como consuelo y Taehyung se dejó contener.