Ella es la hija del héroe N2, el es hijo del villano N1, el destino (claro destino) los hizo conocerce sin saber que sus vidas cambiarían mucho por ese simple encuentro.
Era una linda mañana en la ciudad de Musutafu excepto en cierto apartamento donde una bicolor se encontraba durmiendo tranquilamente hasta que los rayos del sol que se filtraban por la ventana chocaron en su cara.
Akane no quería levantarse se sentía descansada como nunca antes así que siguió con los ojos cerrados intentando dormir otra vez, pero un leve movimiento la hizo que prestará atención.
Akane: porque mí almohada se mueve como si respirara -pensaba aún sin abrir los ojos-
La bicolor movió su mano hacia su "almohada" y la encontró un poco dura, así que lentamente abrió los ojos para ver una cabellera verde.
Akane: cierto que me acosté con él -susurro sonrojada para sentarse y ver el cuarto dónde estaba-
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La bicolor empezó a recordar todo lo que había pasado la noche anterior, cada caricia, beso, mordida que le había dado el peliverde, además de que la había hecho sentir como si ella fuera lo más lindo y delicado del mundo por la delicadeza que había mostrado él en cada momento, de tan solo recordarlo se estaba excitando.
Akane: que horas serán -pensaba-
La bicolor vio celular en una mesita de noche el único problema es que estaba del lado del peliverde así que con cuidado tiro su peso sobre el para estirarse y tratar de alcanzar su celular.
Akane:ya casi -susurro-
Izuku:si lo querías solo lo hubieras pedido -dijo pasándole el celular aún con los ojos cerrados-
Akane se avergonzó al ver qué lo había despertado luego recordó que estaba desnuda entonces volvió a taparse con las sábanas.
Izuku:buenos días -dijo mientras se sentaba y la bicolor desvío la mirada del cuerpo lleno de cicatrices del peliverde-
Akane: Buenos días -respondio revisando su celular-
Izuku se froto los ojos un poco para ver qué la bicolor estaba un poco avergonzada entonces decidió ponerse ropa.
Izuku:dónde estarán -pensaba buscando su ropa interior-
El peliverde los vio al lado de la cama entonces se sentó en la orilla de la cama dándole la espalda a la bicolor que se sonrojo al ver los arañazos que le había hecho.
Akane:no sientes nada en la espalda -pregunto avergonzada-
Izuku:si un ardor impresionante -respondio tranquilamente poniéndose su ropa interior-
La bicolor vio como el peliverde se dio la vuelta entonces su vista se fijó en la entrepierna del peliverde para luego desviar la mirada.
