Cap. 1

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Narrador omnisciente.

La joven de mirada perdida revisaba con algo de apego su teléfono, observando las conversaciones que había tenido minutos antes con sus compañeros de clase, debido a lo temprano que había colocado su alarma, tenía una hora para desayunar y prepararse, realmente hasta sentía que el tiempo le sobraba. Fue por ese motivo que se permitió dejar salir su lado perezoso unos minutos, generalmente era difícil de despertar, pero sabía que esta mañana seria diferente, lo presentía, su cuerpo no paraba de expulsar endorfina, serotonina, dopomina y oxitocina. Aunque para su mala suerte, eso no duro mucho, dentro de su cuarto un pequeño póster de su símbolo de la paz colgaba, con una sonrisa tan deslumbrante que ya nunca podría volver a ver, su héroe se había retirado, tanto de las peleas como de la liga de héroes, la gente lo recordaría como una leyenda, aún recordaba como lloraban su partida y el como se despedía de todos, su cuerpo paso de ser feliz, a uno con completa impotencia en cada uno de sus músculos.

Observó su uniforme planchado por su madre listo para usar y empezar la nueva semana de clases, y aunque con algo de incomodidad observaba sus cuadernos llenos de apuntes para próximos exámenes cercanos, levanto su cuerpo de la suave cama, retirando las sabanas que cubrían su tersa piel, sintiendo automáticamente como una oleada se frió se aproximaba a ella, sentiría que en cualquier momento podría enfermar sin aviso, así aún estando algo cansada por haber despertado de madrugada, utilizo su don para calibrar la temperatura en la que su cuarto se encontraba.

- Qué fastidio... - exclamo ya sin ganas de quitarse la ropa, pero era eso, o faltar a las clases, algo que en lo personal, no querías perder por nada.

Quitó de su cuerpo el poleron que utilizaba como pijama dejándolo sobre la cama, lo siguiente fue solo proseguir a colocarse sus tersas medias negras de lana, su camisa y corbata rojas, su falda escolar encima, y como anillo al dedo, su pequeño saco. Ordeno sus materiales dentro de la mochila y tomándola en manos, bajo a la cocina donde su madre se encontraba preparando un desayuno simple, tostadas con mermelada y miel, a su costado, unas tazas de café, porque sí, su madre desayunaba con ella, y para su gusto, era lo que mas amaba de la mañana, siendo que con solo verla, algo de su tristeza abandono su cuerpo, ella la única compañera que podría apoyarla incondicionalmente de todo, luego de la perdida de su padre hace unos años. Pero esa es otra historia que algún día podremos tocar.

Beso las mejillas de su madre y su desayuno comenzó, observaban como en las noticias aún repetían lo sucedido con All Might, le apenaba el hecho de no haber podido hacer mucho ese día, su tardanza fueron minutos gratos de pelea junto a su símbolo, y ver con dolor como su estrella señalaba a la cámara diciendo "Ahora es tu turno", le lleno de impotencia nuevamente y a la vez determinación para tomar su lugar en el podio de próxima héroe que brinde amor, comprensión, y relajación en los ciudadanos mundiales.

- Hija... se que esa noticia aún te afecta, pero háblame, cuéntame que es lo qué pasa por tu cabeza, últimamente solo te centras en estudiar, entrenar, quiero conversar, y aun queda tiempo para el inicio de clases. - comento la mujer atendía al reloj frente a ella, comprobando que lo que decía tenia toda su verdad dentro.

- No es nada madre, es solo que esa noticia aun me abruma, me nubla la vista el pensar que mi admiración más grande vivió su ultima pelea casi muriendo para salvar a aquellos que lo necesitaban. Recuerdo aún cuando fuimos emboscados por la liga en uno de nuestros entrenamientos de rescate, pelee contra uno de esos monstruos.. nomus, perdí madre, perdí ante esa amenaza, ¿Qué símbolo seré si no pude derrotar ni a uno de esos cerebritos?-

- Cariño, tu sola casi logras derrotarlo, no había forma de que supieras que hacer, aún estas en primero, entrenas para ser fuerte, para ser lo que aspiras, para proteger a esas personas las cuales amaras, el que perdieras esa batalla no te hace ni mas ni menos fuerte... tú, mi hermoso pecesito, tienes el carácter de tu padre. - levanto su cuerpo de la silla la cual reposaba y beso la frente de su pequeña sin dejarla hablar ni un poco.

Pecesito (Tamaki Amajiki y tu) [EN PAUSA]Where stories live. Discover now