Cap. 2

35 4 0
                                    

Narrador: ____ Yamamoto

Luego de haber estado unos minutos mirando la puerta de entrada al edificio, mis nervios no secaron, mis fachas eran terribles, tenia raspones en cada sector y la ropa rasgada + un abrigo que no era el mío, al menos corría con la ventaja de que era algo tarde para que alguien siguiera despierto. Cargue nuevamente sobre mis hombros los bolsos y maletas, habiendo lentamente la puerta, rezando por todo lo que existiera que no haya nadie, aunque pensándolo mejor, estas situaciones me recuerdan cuando llegaba tarde a casa y rogaba que mamá no este en una silla mirando seriamente la puerta.

La abrirla note que las luces estaban apagadas, así que me ilumine con la linterna de mi teléfono, y de entre uno de mis bolsos saque una pequeña nota que contenía el numero de habitación que me había tocado.

Subí las escaleras hacía segundo piso, donde encontré una linda puerta con mi nombre condecorado, se me hizo un detalle bonito, con ayuda de uno de mis quirks entre mis valijas sin hacer ruido, fui depositándolas en lo que parecía ser mi cama, así que sin pestañeos, empece a organizar lo básico de mi cuarto, guarde mi ropa en un pequeño closet, saque varios de los adornos que llevaba conmigo y decore un poco el cuarto, e internamente agradecía a mi madre por haberme convencido de comprar dos uniformes escolares, podría ocultar casi todos mis rasguños, a algunos simplemente le colocaría vendas y  curitas, nada de que preocuparse.

Tendí las sabanas de mi cama y acoste mi cabeza en ella, dejándome hundir en su suavidad, pero no sin antes ver hacia donde había guardado el saco de aquel joven, haciéndome prometer entregárselo cuando nuestras miradas volvieran a juntarse, simplemente agradecería no tener que estar de nuevo en peligro para que eso suceda.

El sueño empezó a tomar posesión de mis párpados, y yo sin hacer caso, seguí intentando recordar la voz de mi salvador, pero a estas alturas, se me hacía imposible.

.

Me levante a la mañana siguiente con dolor en todo el cuerpo, podía observar moretones bajo mi blusa, los brazos, mis manos estaban raspadas y una de mis mejillas parecía cortada, supuse qué pasó cuando logre golpear la cabeza de ese sin vergüenza con la botella de vidrio.

Destendí mi ropa que colgaba sobre la puerta de mi armario, como el patrón de siempre, quite mi ropa, colocándome primero medias de lana para el frío, mi camisa y corbata, para finalizar, mi pollera y chaleco escolar. No quise verme al espejo, este cuerpo me da pena, verme inutilizada porque mi don desapareció es una deshonra para alguien que aspira a ser héroe.

Ya lista, baje hasta la cocina que poseía el edificio encontrándome con Deku preparando su almuerzo y escribiendo un documento de extensas o hojas en realidad. Toque su hombro por detrás, y aunque intente ser lo menos cautelosa posible para no asustarlo, fue en vano, Midoriya pegó un salto que hasta inconscientemente  me asusto a mi haciendo que mis músculos se tensaran por el repentino movimiento del masculino.

- Oh.. eres tu ____-chan, buenos días. -

- Buenos días Deku-kun, ¿Qué haces despierto tan temprano?. - cuestione mientras me movía a la estantería buscando los ingrediente para mi almuerzo, nunca me voy sin uno.

- No mucho, se supone que hoy terminaba mi castigo, pero tengo que escribir una disculpa y entregársela al director. - podía sentir como acostaba su cabeza en la pequeña mesa detrás de mí. - ¿Y tú? No sabia que te levantabas temprano.

- Jaja es una costumbre, solía desayunar con mi mamá por las mañanas mientras preparaba mi almuerzo o mientras mi mamá lo hacía, se convirtió en un habito. - le respondí alegre mientras sin que Deku se diera cuenta, preparaba un almuerzo para él.

Pecesito (Tamaki Amajiki y tu) [EN PAUSA]Where stories live. Discover now