Moon and Sun

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Punto de vista invertido.

Naruto siempre supo que Sasuke estaba roto por dentro, que Sasuke sufría y que su dolor del día a día era enorme y que básicamente era la verdadera víctima de todos pero absolutamente, todos los sucesos.

Pero ¿era el único que sufría? ¿sería egoísta pensar en el aunque a su vez esté siendo arrastrado por todo los demonios?

No siempre debes perder a un ser querido para que tu vida sea un infierno, todos sufren a su manera y una de ellas era tan dolorosa como morir calcinado, lento y doloroso que todos los días se un calvario viviente.
Tener metas y ambiciones personales y puras, que vengan y arranquen cada pizca de esperanza que desprende el cuerpo es desgarrante.

¿Sasuke realmente estaba sufriendo? ¿Naruto realmente era feliz?

Amabas respuestas eran iguales.

Un punto apartado de todo lo antes mencionado, pero que a la vez que se conecta a la perfección eran los secretos de la familia real.

¿Que hacían a puertas cerradas?
¿Había actos corruptos detrás de obras "honrradas"?
¿Tenían mecanismos de castigo para los altos mandos, de manera que sus actos sean perfectos?
¿Era él uno de los afectados por acciones con misoginia de por medio de parte del imperio perfecto?

¿Era este siquiera bueno?

Una vez más la curiosidad invadió su ser.

Pero le resultaba tan ajeno al uchiha visualizar un sentimiento de dolor referente al Namikaze, y no, no por que lo vea como un privilegiado, aunque bueno...lo es en ciertos aspectos, sin embargo era algo aún más que eso.

Y es que Naruto simplemente era un ser de luz.

No sé lo imaginaba llorando o enojado en su totalidad, ni cuando el lo despreciaba tanto, se proponía llegar aún más lejos por él.

Por él...

Eso le dió curiosidad.

Su rostro estaba completamente pálido, manos temblorosas, ojos inquietos y respiración irregular.

Esa pesadilla...

Había tenido varios encuentros con su madre estos días, algunos en contra de su voluntad y otros cediendo obligatoriamente.

La manera en que sobrellevó las cosas con su madre no fueron las mejores honestamente, estaba dolido de sus propias palabras.

Pero en el fondo sabía que era lo mejor, no quería perjudicarse a él y mucho menos aún a Sasuke.

De hecho esas palabras le dolieron tanto como cuchillas, pero era la única opción.

Ni siquiera quería recordarlo pero no salían de su mente ni un segundo.

- Y dime, hijo.

- M-madre no hay nada que decir...

- Dime, ¿Que haces con el?

- Nada, en serio madre, nada.

- No te dejare ir hasta que me digas que es lo que hacen, lo sabes ¿no?

- Es solo que...solo le hago compañía, ya sabes.

- No, no lo sé hijo, dime.

- Es que el...

- ¿El, el que?

- El...el sufre problemas, madre.

- ¿Que clases de problemas?