No estamos solos

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Todo era como un día normal, las hojas de los árboles se movían al ritmo de una brisa tranquila mientras las familias de la zona compartían compañía y hablaban al respecto de su vida.
El viejo Parque Iturbide era sede de esa paz, una que en muy pocas ocasiones estaba reinando en una agitada ciudad parecida a la de Mexico; en ese lugar dos mujeres adultas de tez morena charlaban mientras vigilaban de reojo a sus hijos quienes realizaban una divertida tarde de juego.

-Entonces como te has sentido?- comentó la más joven de estas dos mujeres, quien se le notaba preocupación por su compañera a la cual se le podía apreciar un triste gesto.

-No tan bien- contestó la otra mujer- Desde que e estado yendo a terapia han salido muchas cosas, desde mi familia hasta mi esposo... no sé cómo manejar todo esto

-Tranquila- Constesto su amiga- Todo estará bien, después del todo tienes a Manuel, el es un gran niño, y verás que pronto será un gran adulto, tal vez hayas tenido mucho en qué pensar pero...- en lo que hablaba su amiga, la madre de Manuel se quedó viendo al vacío, sin poder escuchar o percibir alguna sensación, desde la muerte de su esposo no había sido la misma, su mente yacía en un mar de incoherencias y de malestares emocionales y físicos, pero lo único que tenía claro era del que Manuel era su bote salvavidas, pero... cuánto peso podría aguantar aquel bote, y más que nada, algún día podría seguir?...

Capituló 2

Las patrullas sonaban a diestra y siniestra al igual que el grito constante por el nombre "Manuel", todos intentaban encontrar al chico, desde los policías hasta los vecinos quienes poco ayudaban; mientras tanto Manuel estaba aún escondido en el Parque Iturbide entre la maleza y arbustos vigorosos y robustos, este apenas podía contener el aliento por tanto correr de sus semejantes.
-Tengo que buscar a Carlos lo más pronto posible- Pensaba Manuel mientras estaba completamente atento a su alrededor, intentando no hacer el mayor ruido o movimiento posible.

En un instante de valentía y de determinación, Manuel salió de su escondite dirección a la casa de su amigo, quien aunque vivía algo cerca del parque, este estaba siempre escondido en su casa, en lo más recóndito de su cuarto intentando escribir una palabra de su más grande proyecto.

Después de un cierto tiempo y al esquivar con gran excito todos los medios y obstáculos pudo llegar a la casa de Carlos, no era la mejor ni la peor de la zona, pero si contaba con gran seguridad por el miedo de sus padres a vivir un robo.

Después de tocar, Carlos salió a la puerta con gran temor que se podía ver el cómo temblaban sus manos- Hola Manuel, qué haces aquí?- preguntó este mientras abría completamente la puerta invitando a su amigo a pasar a su morada.

-Tengo que contarte algo amigo mío- Contestó Manuel mientras entraba rápidamente y cerraba la puerta de metal detrás suya causando un aura de misterio a sus espaldas- Debo contarte lo que me ha pasado, no es algo de lo cual debas hablar, ni siquiera con tu amigo imaginario

-Claro, ven, vamos a mi cuarto- Contestó Carlos, después de esto ambos caminaron a dirección a su habitación, en el trayecto el servidor de Manuel se le veía un gran temblor en todo su cuerpo, esto no era para mucho, Carlos desde siempre fue un chico tímido y al que pocas personas se le podían acercar sin que este corriera o tartamudeara, y tomando en cuenta que se conocían desde niños por la amistad tan fraternal de sus madres, Carlos confiaba demasiado en Manuel y en Alicia, otra amiga de Manuel

-Cuéntame, qué pasó?- Decia Carlos mientras abría la puerta de su cuarto, y una vez adentro ambos y con la puerta cerrada Manuel dijo:

-Carlos, me he escapado, no puedo ir con mis tíos, ellos no son parte de mi familia, además de que debo encontrarla

-A quien?- Contestó Carlos intrigado mientras sus nervios se iban

- A mi abuela -Dijo Manuel- recuerdo que ella vivía en Ciudad Arcángel, así que debo ir allá

-...Estás loco!?!?- Contestó Carlos con una mirada de incredulidad en sus ojos dirigida a Manuel- Pe-pero te están buscando, tus familiares ge están esperando y no puedes ir allá solamente por qué si

Carlos se levantó de su cama- Debes de entregarte, no puedo hacer nada más que eso, no piensas con claridad, no...

Te escuchas como tu madre...- Contestó Manuel- Es porque enserio estás nervioso por la situación o la apruebas

N-n-no, está mal- Replicó Carlos

Entonces por qué ya no tiemblas...- Dijo Manuel apuntando a sus manos- Mira, no vine a decirte que vinieras, solamente necesito tu mapa para poder ir al Sur, sabes bien que mi teléfono está roto y ya no lo puedo usar, y necesito tu ayuda... por favor

Carlos, indignado y al mismo tiempo con una falsa fachada de rechazo se quedó callado por un tiempo y luego dijo- Se que mi madre es demasiado insegura, y que desde lo de tu madre... todo a cambiado, pero no se que pasaría si me relaciono

Solo dame el mapa- Dijo Manuel- Si me atrapan no dire tu nombre, solo necesito algo con que guiarme

Carlos estuvo callado por un buen rato, ambos estaban emocionalmente inestables y enserio, solo querían escapar de ahí, en ellos Carlos soltó un suspiro y respondió- Mínimo sabes cómo usarlo?

Manuel, con una ligera sonrisa sabia lo qué significaba, y solo dijo- Vámonos, tenemos poco tiempo

Inmediatamente Carlos comenzó a guardar en una mochila color verde tomate un sin fin de artefactos que ni los propios astrónomos podían imaginar ser necesarios: Lápices, Plumas, Cinta, varios tipos de mapas, una brújula, un nivelador de presión, un contador de radioactividad y entre muchas cosas más

Listo?- preguntó Manuel pero Carlos no respondió hasta tomar un gran cuaderno donde está escrito en la portada "Minerales: Estudio Físico, Psicológico y Astronómico", y después de ello dijo un leve "Sí"

Después de una pequeña y no tan necesaria discusión donde Manuel ya sabía desde antes el comportamiento de Carlos, salieron rumbo a su siguiente compañera, quien era la única que se podía decir los defendería en caso de un accidente... Alicia

VALLE VERDE🌳Where stories live. Discover now