capítulo diecinueve: cuando el diablo viene y suspira
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El bar St. James Infirmary estaba lleno de seres sobrenaturales, como acostumbraba en esos días, debido a que el rumor de que el lugar era libre de cualquier magia lo hacía perfecto para convivir entre todos; brujas, lobos e incluso vampiros. Era una pequeña porción del sueño que muchos tenían. En una de las mesas, apartadas de la multitud se hallaban sentados Kol de frente a Vincent mientras que Davina y Alexandra estaban de los costados, el Regente terminó de servir el vaso de bourbon para cuando lo empujó en dirección al vampiro, la joven Claire por su lado bebió del suyo que ya había ordenado con anterioridad mientras que el Alfa se limitó a tomar agua.
—Intenta recordar —pidió el brujo cuando vio al vampiro empinarse de un golpe el trago. Ciertamente se veía tal y como Davina le había descrito. Atormentado —. Tu espíritu quedó atrapado con los Ancestros. ¿Dijeron algo?
—Sí, bueno, es difícil recordar lo que alguien está diciendo cuando hay una bota en tu cara. —respondió de forma irónica cuando Vincent se reclinó en su asiento. Esa mañana Alexandra había sido solicitada por Davina Claire en aquel bar con la intención de entender que era lo que estaba sucediendo con Kol, pues los Ancestros habían escogido atormentarlo en orden de llegar a ella, por lo que restaba descubrir cómo podían evitar eso.
—Imagínate cuando Davina te trajo de regreso —trató de que él visualizara aquel momento, sin embargo, Kol no recordaba nada, a pesar de que él también quería descubrir que era lo que los Ancestros le habían hecho —¿Escuchaste voces? ¿Hechizos? ¿Cantos? No lo sé, ¿una amenaza?
—No hubo ninguna conversación, ¿de acuerdo? —respondió hastiado. A pesar de que el hechizo puesto por ellos no le hacía efecto dentro de las paredes de aquel bar, no dejaba de ser molesto el hecho de que lo usarán a él. No le gustaba ser usado —. Me odian porque soy un Mikaelson.
Y no erraba.
Davina suspiró con pesadez en un deje de frustración —¿Cuál es el sentido de estas preguntas?
La expresión de Vincent y Alexandra cambiaron conjuntamente, pues esta se volvió sombría, lo que llevó a Davina y a Kol a sospechar aún más. El brujo miró al Alfa la cual suspiró antes de enfocarse en los chicos.
—Los Ancestros hicieron un trato con Lucien —confesó aquello que sabían desde el día anterior. Cuando Freya los puso al tanto de todo lo que sucedía con el primero del linaje que restaba, saber que los Ancestros tenían un pacto con un vampiro era difícil de creer. Tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas —. Eso es un acto de guerra. Y ahora, vienen tras Kol.
Kol suspiró para luego entrelazar los dedos antes de apoyar la barbilla contra ellos, Davina parecía un poco aturdida por la noticia. Después de todo, no era la primera vez que ellos intentaban algo en contra de los vivos, pero por las pequeñas miradas de Vincent a Alexandra le dijeron que la historia estaba lejos de terminar ahí, no obstante, se vio interrumpida por el brujo para cuando entreabrió sus labios.
